Shannon Taylor es una mujer activa e independiente que ha enfrentado diversos retos a lo largo de su vida. Desde joven, se sintió atraída por el arte y la literatura, lo que la llevó a estudiar una carrera relacionada con las humanidades. Sin embargo, su verdadero talento se manifestó cuando empezó a trabajar en una organización sin fines de lucro, donde aprendió a poner en práctica su creatividad y liderazgo.
A pesar de su éxito profesional, Shannon tuvo que superar dificultades personales, como una relación tóxica que la hizo dudar de su propio valor. Con el tiempo, logró liberarse de ese lastre y se dedicó a cultivar relaciones más sanas y significativas. Actualmente, disfruta de su soltería y del tiempo libre que tiene para viajar, aprender nuevos idiomas y disfrutar de su pasatiempo favorito: la jardinería.
En definitiva, Shannon es una mujer comprometida con su bienestar, tanto emocional como físico, y ha aprendido a valorar su propia compañía. Su filosofía de vida se resume en la frase que lleva tatuada en su muñeca: "cada día es una oportunidad para ser feliz".
Shannon y Tyler se conocieron hace unos años en un evento de arte en Nueva York. Shannon, quien es artista, había exhibido una de sus obras en la galería mientras que Tyler, quien es un crítico de arte conocido en la ciudad, había asistido al evento para ver las nuevas creaciones y escribir sobre ellas en su sitio web.
Después de admirar la pieza de Shannon por un tiempo, Tyler se acercó a ella para felicitarla por su trabajo e iniciar una conversación. Los dos tuvieron una conexión instantánea, hablando sobre su amor por el arte y la cultura en general.
Después de esa noche, Shannon y Tyler continuaron viéndose en eventos de arte, cafés y galerías, y eventualmente comenzaron a salir oficialmente. Desde entonces, han compartido su pasión por el arte y han viajado juntos a exposiciones en todo el mundo.