Sheila Slaughter es una reconocida socióloga e historiadora de la educación, nacida en Estados Unidos en 1948. Comenzó su carrera en la Universidad de California, donde se licenció en sociología y obteniendo un máster en historia económica. Luego, recibió su doctorado en sociología de la Universidad de Colorado.
Slaughter ha enseñado en varias universidades de los Estados Unidos, incluyendo la Universidad de Maryland, la Universidad de Iowa y la Universidad de Arizona. También ha sido profesora invitada en numerosas universidades internacionales, en países como Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
Gran parte de sus trabajos se han enfocado en examinar la conexión entre la educación superior y la economía global. Además, ha estudiado los efectos de la tecnología y la innovación en la educación superior, así como cómo la globalización afecta a la identidad nacional.
A lo largo de su carrera, Slaughter ha publicado varios libros y artículos. Entre ellos se incluyen "La educación superior y la economía global" (2004), "Los límites de la libertad académica" (2003) y "Cambiar las reglas del juego: cómo la globalización y la informatización están cambiando la educación superior" (1997).
Actualmente reside en Berkeley, California, donde es profesora insignia de educación superior en la Universidad de California. También es directora del Centro Mundial de Investigación de Políticas de Educación Superior en esta misma universidad.
George Richey y Sheila Slaughter se conocieron en una noche de verano en un bar de Nashville. George tocaba el piano y cantaba melodías country mientras Sheila bailaba al son de la música. Ambos se fijaron el uno en el otro y tras la actuación, se presentaron y comenzaron a charlar.
Resultó que compartían una pasión por la música country y decidieron colaborar juntos en futuros proyectos. George impresionó a Sheila con su habilidad para componer canciones y Sheila demostró tener un gran talento para la interpretación. Así, comenzaron a trabajar juntos como compositor y cantante respectivamente.
Pero pronto su relación se convirtió en algo más que profesional. Se fueron conociendo y descubriendo que, además de la música, compartían gustos por la vida tranquila y los valores familiares. Finalmente, George y Sheila se enamoraron y decidieron casarse en una ceremonia íntima rodeados de amigos y familiares cercanos.
Desde entonces, han sido inseparables. Compartiendo su amor por la música y por la vida, George y Sheila han realizado juntos algunos de los trabajos más importantes de la música country y han construido juntos un matrimonio lleno de amor y armonía.