Stavros Merjos es un hombre activo, siempre en movimiento y en busca de nuevos desafíos. Desde joven, ha sido un apasionado del deporte, y en la actualidad se dedica a la práctica del triatlón. Además, es un empresario exitoso en el sector financiero, donde ha desarrollado una carrera destacada gracias a su visión estratégica y su capacidad de liderazgo.
Merjos es un hombre comprometido con su comunidad, y dedica parte de su tiempo y recursos a apoyar diversas causas sociales. Es un defensor del medio ambiente, y ha participado activamente en proyectos destinados a la conservación de la naturaleza y la promoción del desarrollo sostenible.
Pese a su ocupada agenda, Stavros Merjos siempre encuentra tiempo para disfrutar de la vida junto a su familia y amigos cercanos. Le gusta viajar, y es un amante de la cultura y la gastronomía de diversos países. En definitiva, se trata de una persona comprometida, apasionada y con una visión optimista sobre la vida.
Honor Fraser y Stavros Merjos coincidieron en la co-fundación de la galería de arte Honor Fraser en 2006 en Los Ángeles, California. Honor Fraser es una reconocida curadora y ex directora de exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA), mientras que Stavros Merjos es un empresario de éxito y coleccionista de arte. La galería de arte, ubicada en el distrito de arte de Culver City, ha presentado exposiciones de artistas contemporáneos de renombre internacional como David Hockney, Richard Prince y Mary Weatherford, entre otros. Además, Honor Fraser y Stavros Merjos comparten una pasión por coleccionar arte contemporáneo y han colaborado en diversas iniciativas culturales en Los Ángeles.
Stavros-Merjos y Phoebe-Cates se conocieron en una mañana soleada en el mercado de agricultores de Los Ángeles. Ambos estaban buscando un poco de fruta fresca cuando de repente se toparon el uno con el otro. Stavros percibió inmediatamente algo especial en Phoebe y no perdió la oportunidad de entablar una conversación. Después de charlar durante un rato, decidieron tomar un café juntos en una cafetería cercana. La charla fluyó sin dificultad y rápidamente descubrieron que tenían mucho en común, desde sus gustos en la música hasta sus aficiones favoritas. Desde ese día, se convirtieron en amigos cercanos, compartiendo risas y aventuras a lo largo de los años. Hasta el día de hoy, Stavros y Phoebe siguen siendo inseparables, recordando con cariño ese día en el que se conocieron por casualidad en el mercado de agricultores.