Stefano Hawilla nació en 1952 en São José do Rio Preto, Brasil. En la década de 1980, comenzó a trabajar en el campo del marketing deportivo y fundó Traffic Group, una empresa de marketing y eventos deportivos. A través de Traffic Group, Hawilla trabajó con algunos de los equipos de fútbol más importantes de Brasil y organizó importantes eventos deportivos como la Copa América.
Sin embargo, en 2013, Hawilla se declaró culpable de corrupción en el escándalo del FIFA Gate y aceptó cooperar con las autoridades estadounidenses en su investigación sobre sobornos y corrupción en el fútbol. Hawilla proporcionó testimonios clave en el juicio y ayudó a llevar a varias personas importantes del mundo del fútbol a la justicia.
Después de su cooperación, Hawilla fue sentenciado a una multa y a reducir su condena de prisión. También vendió su participación en Traffic Group y se retiró de la industria del fútbol. Hawilla falleció en 2018 de una enfermedad pulmonar. A pesar de su caída en desgracia, Hawilla fue reconocido por algunos por su papel en la limpieza del deporte del fútbol y en la lucha contra la corrupción.
Isabella y Stefano se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Isabella estaba trabajando en su computadora portátil mientras tomaba un café cuando Stefano entró en la cafetería y se sentó en la mesa de al lado. Después de unos minutos de trabajar en silencio, Stefano notó que Isabella estaba usando un programa de diseño gráfico y preguntó si ella era diseñadora. Isabella respondió que sí y los dos comenzaron a hablar sobre su pasión por el diseño y la creatividad. Después de una hora de charla, Stefano dejó su tarjeta de visita en la mesa de Isabella y le dijo que le gustaría hablar más sobre una posible colaboración en el futuro. Isabella se sintió emocionada por la oportunidad y le agradeció a Stefano por la conversación animada. Desde ese día, los dos comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos y se convirtieron en buenos amigos. Con el tiempo, su amistad se convirtió en una relación amorosa y ahora están entre las parejas más felices y creativas de la ciudad.