Stella Bowen (1893-1947) fue una artista australiana que se estableció en Gran Bretaña y se convirtió en una figura significativa en la escena de la vanguardia. Bowen estudió arte en Sídney antes de mudarse a Londres en 1914, donde se unió al grupo de Bloomsbury y se convirtió en la amante del escritor inglés Ford Madox Ford. Durante la década de 1920, expuso en la Royal Academy y en varias galerías en toda Europa. En 1925, se casó con el poeta y crítico de arte Ford Madox Ford y juntos se mudaron a Francia. Sin embargo, su matrimonio fue difícil y finalmente Bowen se mudó a Estados Unidos en 1939 con su hija Julie. Allí, continuó pintando y enseñando arte hasta su muerte en 1947. Los retratos de Bowen y sus paisajes son notables por su estilo expresionista y su técnica experimental.
Ford Madox Ford y Stella Bowen tuvieron una relación amorosa y artística que duró varios años en la década de 1920. Ella era una artista australiana que se radicó en Inglaterra y comenzó a trabajar como ilustradora para revistas como The Sketch y The Bystander. En una de estas revistas, conoció a Ford, quien era editor y colaborador.
La relación entre Ford y Bowen fue complicada y a menudo tumultuosa. Bowen era muy joven cuando conoció a Ford, y él ya tenía una esposa con la que tenía una hija. Pero aún así, comenzaron a tener una relación que duró varios años. Bowen se mudó a París con Ford en 1920 y posteriormente regresaron a Londres, donde vivieron juntos durante algunos años.
Durante este tiempo, Bowen se convirtió en una figura importante en la vida literaria y artística de Londres. Se hizo amiga de otros escritores y artistas, como D.H. Lawrence, Wyndham Lewis y Ezra Pound. También trabajó como ilustradora para varios libros de Ford, incluyendo "The Good Soldier" y "Last Post".
Sin embargo, la relación entre Ford y Bowen comenzó a desmoronarse a mediados de la década de 1920. Bowen quería tener hijos, pero Ford no quería tener más hijos. También había una brecha en sus opiniones políticas, ya que Bowen era simpatizante del Partido Comunista mientras que Ford estaba en contra. Finalmente, en 1927, Bowen dejó a Ford y se mudó a París junto a su hijo, que había tenido con él.
A pesar de su final difícil, la relación entre Ford y Bowen fue una parte importante de la vida de ambos. Fue una relación apasionada y creativa, que influyó mucho en el trabajo de ambos. Bowen se convirtió en una artista destacada y Ford en un escritor de gran éxito, gracias en parte a su colaboración.