Steve Covino siempre ha sido un amante de la música. Desde pequeño se apasionó por aprender a tocar diferentes instrumentos, pero fue la guitarra la que lo enamoró por completo. A los 18 años formó su primera banda y desde entonces no ha dejado de tocar y escribir canciones. Sin embargo, la música no siempre fue su única pasión. También es un gran fanático del deporte y en su adolescencia destacaba en el equipo de baloncesto de su escuela. A pesar de que ya no juega de manera competitiva, aún disfruta de practicar en su tiempo libre y sigue de cerca la NBA. Steve es un hombre muy familiar y siempre ha estado muy unido a su madre y a sus hermanos. Por desgracia, su padre murió cuando él era aún joven, lo que marcó un antes y un después en su vida. Desde entonces, se ha enfocado en cultivar relaciones fuertes y significativas con las personas que están a su alrededor. Actualmente, se encuentra en un buen momento de su vida, disfrutando de la música, de su familia y de los pequeños placeres que la vida le ofrece.