Steve Gravers era un hombre que había alcanzado el éxito en su carrera profesional, pero a pesar de ello, no se sentía plenamente satisfecho con su vida. Decidió tomar un año sabático para viajar por el mundo y reencontrarse consigo mismo. Durante su viaje, descubrió su pasión por la fotografía y comenzó a dedicarle tiempo y esfuerzo, lo que lo llevó a crear una cuenta en Instagram que se convirtió en un éxito instantáneo. A través de sus fotografías, Steve contaba la historia de su viaje y cómo este le había cambiado la vida de una manera positiva y significativa. Además, pudo conectarse con personas de todo el mundo que compartían su amor por viajar y su deseo de explorar nuevas culturas y experiencias. Steve regresó de su viaje transformado, y con una nueva perspectiva y una pasión renovada por la vida.
Un día, Steve estaba en su estudio de grabación trabajando en su último proyecto musical. De repente, se dio cuenta de que algo no estaba funcionando en su equipo. Decidió llamar a un técnico para solucionarlo.
Fue entonces cuando llegó Vitina, una técnica de sonido experimentada y apasionada por su trabajo. Ella tenía mucha energía y una sonrisa cálida en su rostro. Inmediatamente comenzó a trabajar en el equipo de Steve, mientras él la observaba y se asombraba de su habilidad.
A medida que avanzaban las horas, Steve y Vitina comenzaron a hablar sobre música y sus intereses en el arte. Descubrieron que tenían muchos gustos en común y compartían una pasión por la vida y por vivirla al máximo.
De repente, se dieron cuenta de que habían estado hablando durante horas y que habían olvidado completamente el problema del equipo. Steve le pidió a Vitina que lo ayudara a terminar su proyecto, y ella aceptó encantada.
De esta manera, Steve-Gravers y Vitina-Marcus comenzaron su trabajo juntos. Y aunque al principio se conocieron por casualidad, desde ese día en adelante siempre trabajaron juntos en todo lo que hacían, convirtiéndose así en grandes amigos y colegas.