Steve Waldstein ha pasado la mayor parte de su vida desafiando los límites de la tecnología con su mente innovadora y su espíritu emprendedor. Ha creado múltiples empresas exitosas, y siempre ha sabido cómo encontrar la manera de hacer que las ideas de sus clientes cobren vida.
A pesar de que su carrera ha sido impresionante, Waldstein también se ha dedicado a mantener una vida saludable fuera del trabajo. Es un ávido corredor y se mantiene activo a lo largo del año participando en diversas carreras y maratones.
Como padre de dos hijos, Waldstein ha sido una figura inspiradora para sus hijos y siempre ha priorizado pasar tiempo de calidad con ellos, con la familia y los amigos.
Pero, sobre todo, Waldstein es un hombre dedicado a su comunidad, donando a obras de caridad y participando en eventos y actividades locales. Él cree en el poder de la unión y ha trabajado incansablemente para construir una comunidad más fuerte y un futuro más brillante para todos.
Steve y Tara se conocieron en un evento de caridad en Nueva York. Steve, un exitoso empresario de tecnología, estaba interesado en el trabajo de la organización y decidió asistir al evento. Mientras que Tara, la ex reina de belleza, era una invitada especial y habló sobre su lucha contra la adicción.
Steve se sintió muy conmovido por la valentía de Tara al contar su historia. Después del evento, se acercó a ella para agradecerle y conversaron un poco. Tara se sorprendió gratamente por lo interesante que era Steve y lo fácil que era hablar con él.
Steve invitó a Tara a salir a cenar esa misma noche y desde entonces, su relación floreció rápidamente. A veces, hablaban horas por teléfono y se enviaban mensajes dulces todo el día. A medida que la relación se profundizaba, Steve se comprometió a ayudar a Tara en su lucha contra la adicción y la apoyó en cada paso del camino.
Seis meses después de su encuentro en el evento, Steve y Tara se casaron en una ceremonia íntima en Central Park rodeados de sus amigos y familiares más cercanos. La pareja estaba tan agradecida de haberse conocido de esa manera y sabían que nunca hubieran encontrado el amor verdadero si no fuera por su pasión compartida por el trabajo de caridad.
A Tara y Steve los presentó una amiga en común durante una fiesta en la universidad. Inmediatamente se sintieron atraídos el uno por el otro y comenzaron a hablar durante horas, compartiendo historias, intereses y visiones del mundo. Descubrieron que tenían mucho en común, desde su pasión por la música hasta su amor por los viajes. Después de esa noche mágica, comenzaron a salir juntos y se convirtieron en inseparables. Han recorrido el mundo juntos y han superado todos los desafíos que se les han presentado, siempre apoyándose mutuamente y disfrutando de cada momento compartido. Ahora, Tara y Steve son una pareja feliz y enamorada, agradecidos de haberse conocido de la manera más inesperada.