Steven Toland era un hombre en constante movimiento, siempre en busca de aventuras y experiencias nuevas. Desde joven, se destacó por su creatividad y su pasión por la música, lo que lo llevó a formar varias bandas y a viajar por diferentes países para ofrecer conciertos y compartir su arte con el mundo.
A lo largo de los años, Steven también se interesó por el cine y la literatura, lo que lo inspiró a escribir y dirigir varias películas independientes y a publicar varios libros y artículos en revistas especializadas.
Pero no todo en la vida de Steven fue fácil, ya que tuvo que enfrentar varios obstáculos y desafíos personales y profesionales. A pesar de ello, siempre mantuvo su espíritu aventurero y su pasión por la vida, lo que lo convirtió en un ejemplo a seguir para muchas personas que lo admiraban por su valentía y determinación.
Hoy en día, Steven sigue viajando, tocando música y creando arte, siempre en busca de nuevas formas de expresión y de impactar positivamente en el mundo que lo rodea.
Amanda y Steven se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Ambos llegaron al mismo tiempo y estaban buscando una mesa vacía. Después de unos minutos de incertidumbre, se dieron cuenta de que estaban mirando la misma mesa. Steven, caballerosamente, le cedió la mesa a Amanda y se ofreció a sentarse con ella si no había más mesas disponibles. Amanda, un poco sorprendida por su buen gesto, aceptó la oferta y comenzaron a charlar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como el amor por la lectura y la música indie. Después de esa primera conversación, se intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir juntos más a menudo. Su historia de amor empezó en una cafetería, pero lo que no sabían es que su amor duraría mucho más de lo que habrían imaginado.