Sunil Vijayakar, un hombre de origen indio, lleva años viviendo en Madrid, España. Es empresario y propietario de una cadena de restaurantes de comida india llamada "Sabores de la India". Desde joven, busco siempre la forma de emprender y hacer crecer su negocio, lo que lo llevó a estudiar gestión empresarial. Su pasión por la gastronomía se vio reflejada en su restaurante, una mezcla de aromas, sabores y colores típicos de la India. Además, Sunil es un apasionado del yoga y la meditación, los cuales practica cada mañana antes de abrir su restaurante. Cree en la importancia de una vida equilibrada y saludable y lo transmite a sus empleados y comensales. Con su simpatía y afán de superación, ha logrado mantenerse a flote en situaciones difíciles y mantener su negocio en constante crecimiento. Sin embargo, su mayor logro de vida es ver a su familia feliz y orgullosa de lo que ha logrado.
Nikki y Bedi se conocieron en una feria gastronómica en la que ambos participaban como chefs invitados. Nikki se quedó impresionado por la habilidad y la destreza culinaria de Bedi y decidieron trabajar juntos en una nueva receta. Mientras tanto, Sunil y Vijayakar se conocieron en un concurso de gastronomía en el que compitieron como rivales. Ambos se sorprendieron por el ingenio del otro y se hicieron amigos cercanos al finalizar el concurso. Con el tiempo, los cuatro cocineros se encontraron en varios eventos y ferias de comida, compartiendo sus técnicas y conocimientos culinarios, y formando un grupo de amigos y colegas muy unidos.
Un día soleado en Mumbai, Nikki-Vijayakar estaba caminando por la calle cuando se topó con un cartel de un evento de arte. La curiosidad la llevó al lugar del evento, donde se encontró con Sunil-Vijayakar, que estaba admirando una pintura abstracta. Se acercó a él y dijo: "No entiendo lo que esta obra quiere expresar". Sunil le respondió con una sonrisa: "Eso es lo interesante del arte, puedes interpretarlo a tu manera".
Este breve intercambio llevó a una conversación apasionada sobre el arte y las diferentes interpretaciones de la belleza. Desde ese día, Nikki y Sunil comenzaron a verse regularmente, asistiendo a exposiciones de arte juntos y compartiendo sus opiniones sobre cada obra. A medida que crecía su amistad, descubrieron que compartían muchos intereses en común, incluyendo la música, la comida y la filosofía.
Después de años de conocerse, se dieron cuenta de que su amistad se había convertido en algo más profundo y comenzaron una relación romántica. Siguen asistiendo a exposiciones de arte juntos y descubriendo nuevos artistas y formas de arte que fortalecen su relación. Nikki y Sunil saben que su amor comenzó gracias a una simple conversación sobre el arte y están agradecidos por ese día soleado en Mumbai que cambió sus vidas para siempre.