Como modelo, Suzie Walker tuvo una carrera meteórica, llegando a ser una de las top models más populares de los años 70 y 80, trabajando para prestigiosas revistas de moda, como Vogue, Harper's Bazaar y Elle. En su vida personal, se divorció del magnate de los medios Rupert Murdoch y se casó con el multimillonario suizo, Urs Schwarzenbach, con quien tuvo dos hijos. Pero sus tragedias personales, incluyendo un intento de suicidio y la muerte de dos de sus hijos, la llevaron a retirarse de la industria de la moda y dedicar su vida a la caridad y la filantropía en su Suiza adoptiva. Murió a la edad de 52 años, en el año 2011, después de una larga lucha contra el cáncer.
Suzie caminaba por la calle, con su mente acelerada, pensando en cómo solucionar los problemas de su trabajo. Mientras tanto, Simon hacía su rutina matutina de correr en el parque. Sus caminos eventualmente se cruzaron mientras que ambos se detuvieron en un semáforo. Sus ojos se encontraron unos segundos, y algo en su mirada los atrajo el uno al otro. Sin decir una palabra, volvieron a sus tareas cotidianas, pero ambos sabían que algo había sucedido. Desde entonces, ellos comenzaron a frecuentar los mismos lugares en la ciudad, buscando una oportunidad para encontrarse de nuevo. Y así fue como todo comenzó: por la casualidad de un semáforo.
Hace años, Ian Walker y Suzie Walker se conocieron en un evento de caridad en su ciudad natal. Suzie estaba vendiendo boletos para la rifa, e Ian decidió comprar algunos. Mientras hablaban de los premios, Ian y Suzie descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo una pasión por el arte y la música clásica.
Después de la rifa, Ian invitó a Suzie a tomar un café para seguir charlando. Durante su conversación, descubrieron que también habían ido a la misma universidad, aunque en diferentes momentos. Ian se quedó impresionado con la inteligencia y la belleza natural de Suzie, mientras que ella admiraba la amabilidad y la generosidad de Ian.
Desde entonces, Ian y Suzie se han vuelto inseparables. Comparten intereses, aventuras y experiencias juntos, y la química entre ellos es evidente para cualquiera que los conozca. Ahora están casados y felices, y siempre recuerdan con cariño cómo se conocieron en esa pequeña mesa de café en el evento de caridad.