Sy Rhys Kaye fue un empresario, filántropo y defensor de los derechos de los animales nacido en Reino Unido en 1933. Pasó su juventud en la ciudad de Londres trabajando en la industria de la moda y la fotografía antes de emigrar a Australia a principios de la década de 1960.
En Australia, fundó varias empresas exitosas, incluyendo una compañía de moda para niños y una cadena de tiendas de ropa. También se convirtió en un defensor de los derechos de los animales y fundó la organización Speakers for Animals, que promovía la educación y concientización sobre la crueldad hacia los animales.
A mediados de la década de 1970, se mudó con su esposa y sus hijos a Nueva Zelanda, donde continuó sus actividades filantrópicas y empresariales. Fue propietario de varias empresas, incluyendo una compañía que se dedicaba a la producción de enzimas digestivas para animales y la crianza orgánica de ovejas.
Kaye también fue un defensor activo de la conservación del medio ambiente y fundó la Fundación del Encuentro de las Culturas del Mundo, que promovía el diálogo y la comprensión entre culturas para crear un mundo más pacífico y sostenible.
En 2010, Kaye fue nombrado Ciudadano Honorario de Auckland en reconocimiento a su trabajo en favor de la comunidad y los derechos de los animales. Falleció en 2017 a la edad de 84 años en su hogar en Auckland, Nueva Zelanda.
Camille Guaty y Sy Rhys-Kaye se conocieron en una fiesta en Los Ángeles, en la que ambos fueron presentados por un amigo en común. Desde el primer momento, hubo una chispa especial entre ellos y no tardaron en empezar a hablar sobre sus intereses y pasiones.
Camille le habló a Sy sobre su carrera como actriz y cómo estaba emocionada por el próximo proyecto en el que iba a trabajar. Sy, por su parte, se mostró igual de entusiasmado por la empresa de tecnología que estaba creando, que esperaba que fuera revolucionaria.
La noche pasó rápidamente y pronto se encontraron charlando en un rincón apartado en el que no se podían oír el ruido y las risas de la fiesta. Allí, se descubrieron mutuamente más detalles de sus vidas, intereses y sueños.
Para cuando la fiesta acabó, Camille y Sy intercambiaron números de teléfono y se prometieron que se verían pronto. Y así fue: apenas unos días después, Camille recibió una invitación para visitar la oficina de Sy y conocer su proyecto en profundidad.
Desde entonces, Camille y Sy se han convertido en grandes amigos, que se apoyan mutuamente y se inspiran en los sueños y las metas del otro. ¡Quién sabe lo que deparará el futuro!