Tamir Ruffin ha sido un apasionado de la música desde temprana edad. Se crió en un hogar humilde y jamás tuvo la oportunidad de tomar clases formales, pero eso nunca lo detuvo. A los 18 años, comenzó a tocar en un bar local todas las noches después de su trabajo en una fábrica. Con el tiempo, consiguió formar su propia banda y empezaron a tocar en eventos comunitarios y festivales.
Después de algunos años, Tamir decidió dejar la fábrica y dedicarse por completo a la música. Eso lo llevó a recorrer el país en busca de oportunidades, y aunque enfrentó muchos obstáculos, nunca perdió la pasión por su arte. Al final, logró destacarse en la escena musical y grabó varios discos que recibieron críticas positivas.
A pesar de su éxito, Tamir siempre mantuvo los pies sobre la tierra y se convirtió en un defensor de la educación musical para los jóvenes de bajos recursos. También ha sido un activista en la lucha por la igualdad de oportunidades en el mundo de la música. A lo largo de los años ha inspirado a muchos artistas jóvenes y sigue siendo un referente para muchos en su comunidad.
Angie y Tamir se conocieron en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común. En el momento en que se vieron, chispas volaron y ambos se sintieron atraídos el uno por el otro. Después de charlar un rato, descubrieron que ambos eran fanáticos de la música latina y decidieron ir a un concierto juntos la siguiente semana. Desde entonces, no se han separado y se convirtieron en la pareja perfecta.