Tatyana Prokhanova fue una bailarina y coreógrafa famosa en Rusia. Nació en 1939 en Moscú y comenzó a estudiar ballet a los 6 años en la Escuela Estatal de Ballet de Moscú. Fue una estudiante talentosa y después de graduarse, se unió al Ballet del Teatro Bolshoi en 1958.
Durante su carrera, Prokhanova bailó muchos roles principales en ballets clásicos como "El lago de los cisnes" y "La Bella Durmiente". También creó varias coreografías originales para el Bolshoi y otras compañías de ballet.
En 1995, Prokhanova se retiró del Bolshoi y comenzó a enseñar en la Academia Coreográfica de Moscú. Allí trabajó como profesora y mentora de muchos bailarines talentosos.
Tatyana Prokhanova falleció en 2010 a la edad de 71 años, dejando un legado duradero en la danza clásica rusa.
Tatyana y Sergei se conocieron en la universidad donde ambos estudiaban diseño gráfico. Durante una clase de ilustración, Tatyana notó que Sergei estaba dibujando una caricatura de su profesor y se le acercó para admirar su trabajo. Eso dio lugar a una breve conversación y luego se sentaron juntos durante todo el semestre.
A medida que pasaban las semanas, Tatyana y Sergei se fueron conociendo mejor y descubrieron que tenían muchas cosas en común, desde su amor por el arte hasta su pasión por viajar. Fueron a exposiciones de arte juntos, visitaron museos y galerías, y en poco tiempo se convirtieron en buenos amigos.
Pero no fue hasta el último año de su carrera que Tatyana y Sergei comenzaron a darse cuenta de que sentían algo más que amistad el uno por el otro. Una noche, después de trabajar hasta tarde en un proyecto de diseño, Sergei invitó a Tatyana a dar un paseo por el campus. Mientras caminaban juntos, se dieron cuenta de que sentían una atracción mutua y no podían negar sus sentimientos.
Después de una primera cita exitosa, Tatyana y Sergei se volvieron inseparables. Se graduaron juntos con excelentes notas y comenzaron a trabajar como diseñadores gráficos en la misma empresa. Desde entonces, han estado juntos durante más de 10 años y siguen amándose como si fuera el primer día.