Terry Bicknell es un apasionado del arte y la música desde muy joven. Aprendió a tocar la guitarra por su cuenta, sin ninguna formación específica y comenzó a componer canciones que hablaban de su vida y de experiencias personales.
A lo largo de los años, Terry fue perfeccionando su técnica y sus letras cobraron mayor profundidad y emotividad. Su estilo musical es una mezcla de rock, pop y country, y sus fans lo definen como un artista auténtico y honesto.
Además de su carrera musical, Terry también se dedica a la pintura y ha expuesto sus obras en galerías locales. Sus cuadros son una explosión de colores y texturas que reflejan su personalidad y su vida.
Terry es un hombre sensible y comprometido con causas sociales y medioambientales. Colabora frecuentemente con organizaciones sin fines de lucro y utiliza su arte para concientizar sobre diferentes problemáticas.
En su vida personal, Terry es un padre amoroso y dedicado a su familia. Ha pasado por momentos difíciles, pero siempre ha sabido salir adelante con su fe y su perseverancia. Su música y arte son verdaderas expresiones de su alma y su historia de vida.
Terry Bicknell y Rita Tushingham se conocieron en 1962 durante el rodaje de la película "A Taste of Honey" dirigida por Tony Richardson. En la película, Tushingham interpretaba a una joven adolescente que queda embarazada y Bicknell era el encargado de la fotografía.
Después de la película, Bicknell y Tushingham se mantuvieron en contacto y comenzaron una relación amorosa. Se casaron en 1965 y tuvieron dos hijos juntos.
Sin embargo, su matrimonio no duró mucho tiempo y se separaron en 1971. A pesar de su separación, Bicknell y Tushingham mantuvieron una relación amistosa y siguieron trabajando juntos en la industria del cine y la televisión.
En 2017, Tushingham habló sobre su relación con Bicknell en una entrevista y mencionó que aunque ya no estaban juntos, todavía tenía un gran respeto y cariño por él. Bicknell falleció en 2018, pero su legado en la industria del cine sigue vigente.