La vida de Terry McQueen siempre ha sido un constante vaivén entre su trabajo y su pasión por el arte. Desde joven, descubrió su amor por el dibujo y la pintura, pero su padre, un hombre práctico, lo animó a estudiar negocios para asegurar su futuro. Después de graduarse, Terry consiguió un trabajo en una compañía de marketing y aunque le gustaba, siempre sentía que faltaba algo. Así que, durante sus ratos libres, empezó a tomar clases de arte y a participar en exposiciones locales. Pero fue cuando conoció a su esposa en una de esas exposiciones que su vida tomó un giro inesperado. Juntos, decidieron dejar todo y mudarse a Europa para explorar el mundo del arte. Durante los años que vivieron en Francia, Italia y España, Terry y su esposa trabajaron duramente para mejorar sus habilidades artísticas y exponer sus obras en galerías de renombre. Ahora, de vuelta en su país natal, Terry ha logrado combinar su trabajo en marketing con su pasión por el arte, convirtiéndose en un exitoso artista y consultor creativo. Aún así, siempre se permite un tiempo para viajar y buscar inspiración para sus próximas obras.