Therese Fairfield-Akins

Therese Fairfield-Akins era una mujer dinámica y emprendedora. Desde joven se había destacado en la escuela por su habilidad para los negocios y la organización de eventos culturales. Después de graduarse de la universidad, comenzó a trabajar en una compañía de publicidad donde rápidamente ascendió hasta convertirse en directora. Sin embargo, su espíritu explorador la llevó a dejar su trabajo y viajar por el mundo, viviendo en diferentes países y aprendiendo sobre nuevas culturas y formas de vida. Fue durante uno de sus viajes que conoció a su futuro esposo, un chef francés. Juntos abrieron un restaurante en la ciudad en el que pronto se convirtió en el local más popular de la zona. Therese se encargaba de la gestión del negocio, mientras que su esposo se encargaba de la cocina. Con el tiempo, la pareja tuvo hijos y a pesar de la carga de trabajo, lograron mantener una casa feliz y armoniosa. En los últimos años, Therese había comenzado a explorar el mundo de la filantropía y había dedicado gran parte de su tiempo a la organización de eventos benéficos para las comunidades más necesitadas. Su espíritu emprendedor y su compromiso social la habían llevado a lograr grandes cosas, y su legado continuaría por muchos años más.