Thomas Escott es un hombre de negocios muy exitoso y respetado en su comunidad. A pesar de su ocupada agenda, siempre se asegura de pasar tiempo de calidad con su familia, especialmente con su hija, a quien adora. En su tiempo libre, disfruta de la música clásica y es un gran aficionado del piano, que toca desde su adolescencia. También es un apasionado de los deportes y mantiene una rutina diaria de ejercicio para mantenerse en forma. Thomas es conocido por su filantropía, ya que ha apoyado muchas causas benéficas y ha fundado su propia organización para ayudar a las personas menos afortunadas en su comunidad. Él valora mucho la educación y siempre ha apoyado a su hija en sus estudios y en su pasión por la ciencia. En resumen, Thomas Escott es un hombre de negocios exitoso, un padre amoroso, un apasionado por la música clásica y los deportes, y un filántropo comprometido con su comunidad.
Mary-Frann y Thomas-Escott se conocieron en una exposición de arte contemporáneo en el centro de la ciudad. Mary-Frann estaba parada apreciando una pieza de arte, cuando Thomas se acercó para ver la misma obra. Al principio no se hablaron, pero después de unos minutos admirando la obra, Thomas rompió el silencio y le preguntó a Mary-Frann su opinión. Pronto se enredaron en una conversación profunda sobre el arte y descubrieron que compartían una pasión común por el arte contemporáneo. Intercambiaron números y acordaron verse de nuevo para continuar hablando sobre arte. Desde entonces, han construido una sólida amistad y han compartido muchas tardes visitando museos y galerías de arte juntos.