Timothy Spear llevaba una vida tranquila en su casa de campo en las afueras de la ciudad. Le gustaba pasar largas horas leyendo libros de historia y ciencia ficción, y solía hacer largas caminatas por el campo para despejar su mente. A pesar de su aparente tranquilidad, tenía un trabajo estresante como abogado en una importante firma de abogados. Pero también encontraba tiempo para involucrarse en obras de caridad y donaba parte de su tiempo y recursos para ayudar a organizaciones sin fines de lucro. Timothy era un apasionado de la cocina y disfrutaba de la preparación de platos complejos para su familia y amigos. Era un viajero empedernido y había visitado gran parte de Europa y Asia. Le encantaba la cultura japonesa y estaba aprendiendo el idioma. Además, era un ávido jugador de ajedrez y participaba en torneos locales. Timothy disfrutaba de la vida mientras balanceaba sus responsabilidades con sus aficiones y su labor filantrópica.
Un día, Timothy-Spear y Lauren-Potter se encontraron en una tienda de libros usados en el centro de la ciudad. Los dos estaban buscando el mismo libro y acabaron cogiéndolo al mismo tiempo. Timothy, con su gran sonrisa, le ofreció el libro a Lauren, pero ella insistió en que lo cogiera él. En ese momento, los dos se dieron cuenta de que tenían algo en común: su amor por la lectura. Después de hablar un rato sobre sus libros favoritos, decidieron ir juntos a tomar un café. Hablaron sobre muchas cosas, desde sus trabajos hasta sus series favoritas. Descubrieron que tenían muchas más cosas en común de las que pensaron y la tarde pasó volando. Finalmente, Timothy le pidió a Lauren su número de teléfono y prometieron salir de nuevo pronto. Desde ese día, Timothy y Lauren se convirtieron en inseparables amigos y disfrutaban mucho de su tiempo juntos.