Tom Bessamra era un hombre de aspecto serio, pero de corazón amable. Había vivido una vida llena de aventuras, viajando por todo el mundo en busca de experiencias nuevas y emocionantes. Era un apasionado de la naturaleza y siempre que podía se escapaba a la montaña para disfrutar de la paz y la tranquilidad que ésta ofrecía. Era reconocido por sus amigos como un gran cocinero y siempre que organizaban una reunión entre conocidos, él era el encargado de preparar los manjares más deliciosos. No había plato que se le resistiera y siempre estaba dispuesto a innovar y a experimentar con sabores nuevos. Aunque disfrutaba de la buena vida y de los placeres que ésta ofrecía, Tom siempre había sido un hombre comprometido con la justicia y la igualdad. Había participado activamente en movimientos sociales para defender los derechos de las minorías y había colaborado en varias ocasiones en causas humanitarias. A pesar de todas sus vivencias y experiencias, Tom era un hombre humilde y siempre estaba dispuesto a aprender de los demás y a escuchar sus historias. Era un buen amigo y un gran consejero, siempre dispuesto a ayudar a los demás en cualquier situación.