Tomas Dew

Tomas Dew es un filósofo estadounidense nacido en 1859 en Burlington, Vermont. Estudió en la Universidad de Vermont y luego en la Universidad de Johns Hopkins, donde obtuvo su doctorado en filosofía en 1884. Dew se convirtió en profesor de filosofía en la Universidad de Michigan en 1884 y allí enseñó hasta 1894, cuando se mudó a la Universidad de Chicago. En 1899, Dew publicó su obra más famosa, "La escuela y la sociedad", en la que argumentaba que la educación debía preparar a los estudiantes para la vida en sociedad, no solo para el éxito individual. Dew también abogó por la educación progresiva, que se centró en el aprendizaje activo y la enseñanza basada en la experiencia. Dew murió en 1952 en Vermont, a los 92 años.

Relaciones amorosas

Stevie Ryan

Amante de Tomas Dew

2006 - 2007

Stevie-Ryan y Tomas-Dew se conocieron en una tienda de skate en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando unos nuevos patines y casualmente se encontraron en el mismo pasillo. Stevie había estado patinando toda su vida y estaba buscando una mejora en sus patines actuales, mientras que Tomas había visto a algunos chicos en el parque patinando y quería intentarlo por sí mismo.

Después de mirar a través de los patines juntos, Stevie notó que Tomas estaba teniendo dificultades para decidir cuál sería el mejor para él. Así que Stevie le ofreció algunos consejos y discutieron cómo diferentes tipos de patines podrían afectar no solo al patinaje, sino también a la forma en que uno se siente al hacerlo.

De repente, ambos se dieron cuenta de que tenían mucho en común y empezaron a hablar de sus intereses en el skateboarding. Hablaron de sus paseos favoritos, trucos y historias sobre sus experiencias en el parque de skate. Y así, su amistad nació de una conversación casual sobre patines.

Melissa Lingafelt

Amante de Tomas Dew

2002 - 2006

Melissa-Lingafelt y Tomas-Dew se conocieron en una tarde soleada en el parque central de la ciudad. Melissa caminaba con su perrito cuando de repente éste se escapó de su correa y corrió hacia Tomas, quién estaba sentado en una banca leyendo un libro. Tomas, gentilmente, detuvo al perrito y se lo entregó a Melissa. A partir de ese momento, empezaron a platicar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Intercambiaron números de teléfono y, desde entonces, se han convertido en inseparables. Ahora, pasean juntos a sus perros por el mismo parque donde se conocieron y siempre recuerdan con cariño aquel encuentro fortuito.