Tony Montana es el personaje principal de la película Scarface, dirigida por Brian De Palma en 1983. La película cuenta la historia de un inmigrante cubano que llega a Miami con el sueño de convertirse en millonario y, eventualmente, se convierte en un poderoso capo de la droga. A lo largo de la película, se ve a Tony luchando por ascender en el mundo criminal, mostrando su determinación, crueldad y falta de escrúpulos para conseguir su objetivo de hacerse con el control del imperio de la droga en Miami. A pesar de sus momentos de éxito y poder, Tony experimenta un descenso en su fortuna y una paranoia creciente que lo lleva a cometer actos aún más violentos. Finalmente, después de una confrontación con la policía y sus aliados, Tony es asesinado en una violenta escena en la que se defiende hasta su último aliento. Su muerte es trágica y simboliza la consecuencia inevitable de elegir el crimen como un medio para conseguir éxito y fortuna.