Trevor Jones es un compositor británico nacido en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 1949. Comenzó su carrera musical en la década de 1970 como productor y arreglista de bandas de rock y pop en el Reino Unido. En la década de 1980 comenzó a dedicarse a la composición de música para películas, obteniendo reconocimiento por sus trabajos en títulos como "The Dark Crystal" (1982), "Labyrinth" (1986) y "Mississippi Burning" (1988). En la década de 1990, continuó su trabajo en el cine, componiendo la música para películas como "The Last of the Mohicans" (1992), "Richard III" (1995) y "Notting Hill" (1999). También ha trabajado en televisión y en el teatro, además de colaborar con artistas como Sting y Charlotte Church. En 2003, fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE) por sus servicios a la música.
Cherrie-Jones y Trevor-Jones se conocieron en un parque. Cherrie estaba caminando sola y Trevor estaba tocando la guitarra en una esquina. Cherrie se acercó a escuchar la música y se emocionó al descubrir que también tocaba la guitarra. Trevor le propuso tocar juntos allí mismo y desde ese momento, comenzaron a cantar juntos y tocar como una pareja musical. Desde aquel día, Cherrie-Jones y Trevor-Jones se han convertido en una de las parejas más brillantes y exitosas de la música.
Stephanie Pratt y Trevor Jones se conocieron en una fiesta en la playa de Malibú. Fue amor a primera vista cuando se encontraron por casualidad mientras tomaban una bebida en el bar de la playa. Trevor notó a Stephanie enseguida debido a su belleza y encanto, y se acercó a ella para hablar. Después de intercambiar algunas palabras, la química entre ellos se hizo evidente y rápidamente comenzaron a coquetear.
Stephanie se sintió atraída por el sentido del humor y la confianza de Trevor. Trevor, por su parte, estaba impresionado por la forma en que Stephanie se expresaba con seguridad y simplicidad. A medida que la noche avanzaba, Stephanie y Trevor se adentraron en la playa para dar un paseo a la luz de la luna.
Mientras caminaban, compartieron historias personales y comenzaron a conocerse mejor el uno al otro. Descubrieron que compartían muchos intereses y experiencias de vida similares. Fueron lo suficientemente valientes para dar un beso, y así comenzó su relación que ha sido fuerte y duradera hasta el día de hoy.