Tristan Tzara, cuyo nombre real era Samuel Rosenstock, nació el 16 de abril de 1896 en Moinești, Rumania. Luego de pasar un corto período en la Universidad de Bucarest, se trasladó a Zúrich, Suiza, donde se reunió con los artistas Dada. Como miembro prominente del movimiento Dada, Tzara fue conocido por sus poemas experimentales y sus escritos vanguardistas. En 1916, publicó el primer manifiesto Dada, definiendo el movimiento como "la negación de la negación de la creatividad". También participó activamente en la organización de espectáculos dadaístas, en los que se presentaban poesía, danza, música y teatro.
Tzara viajó extensamente, sobre todo a París, donde participó en el movimiento surrealista y escribió para varias revistas literarias. Durante los últimos años de su vida, se involucró en la política y apoyó la causa comunista. Falleció el 25 de diciembre de 1963 en París, dejando un legado pionero en el arte visual y la literatura moderna.
Nancy Cunard y Tristan Tzara tuvieron una relación amorosa en los años 1920. Cunard fue una escritora, poeta y activista política británica, mientras que Tzara fue un poeta y líder del movimiento dadaísta suizo-rumano.
La relación entre Cunard y Tzara fue intensa y tumultuosa, pero también muy creativa y artística. Ambos estaban interesados en la vanguardia literaria y artística de la época, y colaboraron en varios proyectos juntos.
Cunard publicó una antología de poesía dadaísta en 1920, en la que incluyó poemas de Tzara y otros escritores del movimiento. También organizó una exposición de arte dadaísta en Londres, en la que participó Tzara.
Sin embargo, la relación entre Cunard y Tzara se volvió cada vez más complicada debido a sus diferencias ideológicas y a las tensiones políticas de la época. Cunard era una activista comprometida con la causa antirracista y anticolonial, mientras que Tzara era un anarquista más preocupado por la estética y la subversión artística.
La relación finalmente se rompió en 1923, y Tzara se casó con otra mujer poco después. Cunard siguió escribiendo y luchando por sus ideales políticos, y se convirtió en una figura importante en la lucha antifascista durante la Segunda Guerra Mundial. Tzara continuó su carrera literaria y artística, y es recordado como uno de los fundadores del movimiento dadaísta.