Tyler Riggs se mudó a la ciudad cuando tenía apenas 20 años en busca de nuevas oportunidades. Trabajó en varios empleos hasta que finalmente se estableció en una empresa de publicidad. En su tiempo libre, se convirtió en un apasionado de la música y formó una banda con amigos, con la cual tocó en varios bares locales durante años. Después de un tiempo, Tyler comenzó a interesarse cada vez más en la fotografía y en la producción de video, y decidió empezar a trabajar en esos campos. Se sorprendió al descubrir que no sólo le gustaba, sino que también tenía un talento natural para ellos. Dejó su trabajo en la agencia y comenzó a construir su propio negocio de producción de video y fotografía. Con el tiempo, Tyler se casó y tuvo hijos, lo que lo hizo aún más comprometido con su trabajo. Aunque es un hombre muy ocupado, siempre reserva tiempo para practicar deportes y para ir al cine con su familia. Tyler tiene muchos planes para el futuro, incluyendo la expansión de su negocio y la exploración de otros nuevos e interesantes intereses.