Tyler Wilson era un hombre que había vivido mucho. Había logrado grandes cosas en su carrera profesional, pero se había dado cuenta de que eso no lo era todo en la vida. Así que decidió hacer algunos cambios y empezar a disfrutar de las pequeñas cosas. Tyler había adoptado un estilo de vida más activo y saludable, lo que lo hizo sentir más enérgico y vital. Había empezado a hacer ejercicio regularmente y a comer de forma más saludable, lo que lo ayudó a mantener una buena condición física. También había empezado a viajar más, disfrutando de nuevas experiencias y de diferentes culturas. Había aprendido un nuevo idioma y había hecho algunos amigos en el extranjero. Pero lo más importante que Tyler había aprendido era a apreciar a su familia. Había pasado más tiempo con ellos, compartiendo momentos especiales y creando recuerdos inolvidables. A pesar de los altibajos que había enfrentado en su vida, Tyler se sentía agradecido por todo lo que había logrado y por todas las personas importantes en su vida. Estaba emocionado por todo lo que aún estaba por venir y estaba decidido a vivir cada momento al máximo.