Valerie Harborn era conocida en su comunidad por su carácter amable y servicial. Siempre estaba dispuesta a ayudar a sus vecinos y amigos en cualquier situación, sin importar la hora ni la circunstancia. Además, era una apasionada de la literatura y solía participar en un club de lectura local, donde se reunía con otros miembros para discutir y analizar diferentes obras literarias. También era una gran amante de los animales y tenía varios gatos y perros rescatados que cuidaba con mucho amor y dedicación. En su tiempo libre, disfrutaba de la naturaleza y se escapaba a hacer senderismo o a descubrir nuevos lugares en su bicicleta. Valerie era una persona humilde, sencilla y generosa que dejó una huella profunda en la vida de quienes la conocieron.