Vicky Dawson era una mujer que siempre se había considerado independiente y luchadora. Durante su vida había superado muchos obstáculos y había logrado alcanzar sus metas. Había estudiado derecho en la universidad y había trabajado duro para llegar a ser socia de uno de los mejores bufetes de abogados de la ciudad.
Pero Vicky no sólo era una abogada exitosa, también era una aficionada a la cocina. Desde pequeña le había encantado cocinar y había aprendido las mejores recetas de su abuela. Con el tiempo, la cocina se había convertido en su mayor pasatiempo y en su forma de relajarse.
Cuando cumplió cuarenta años, decidió que era hora de cambiar algunas cosas en su vida. Había pasado mucho tiempo trabajando y dedicando tiempo a su carrera profesional, y sentía que se había perdido muchas cosas importantes. Así que decidió abrir su propio restaurante y dedicarse a su verdadera pasión: la cocina.
Hoy en día, Vicky dirige un exitoso restaurante que se ha convertido en uno de los lugares preferidos de la ciudad para degustar platos exquisitos y con sabor casero. Además, ha encontrado un equilibrio entre su trabajo y su vida personal, algo que antes le resultaba difícil de alcanzar.
Gregory e Irvine y Vicky Dawson se conocieron en una pequeña tienda de antigüedades en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando el mismo objeto raro y costoso, un reloj antiguo de bolsillo que se decía que tenía poderes mágicos.
Gregory llegó primero a la tienda y estaba examinando el mostrador de exhibición cuando Vicky llegó apurada, intentando no llegar tarde. Como estaban parados uno al lado del otro, se involucraron en una conversación casual sobre sus objetos de colección, y descubrieron rápidamente que compartían una pasión común por los objetos antiguos y mágicos. Ambos estaban intrigados por el reloj de bolsillo y, con un poco de persuasión, el vendedor de la tienda les permitió examinarlo de cerca.
Después de una larga conversación, decidieron hacer una oferta juntos para el reloj, lo cual les permitió adquirirlo a un precio menor del que habrían pagado por separado. Desde entonces, Gregory e Irvine y Vicky Dawson han sido amigos cercanos y han pasado muchas horas buscando tesoros antiguos en tiendas de segunda mano y en mercados de pulgas.
Vicky y Ray se conocieron en una fiesta de Hollywood. Vicky, una actriz que acababa de mudarse a Los Ángeles, se encontraba sola en la fiesta y decidió acercarse a Ray, un reconocido actor de cine. Ray, quien a menudo se siente abrumado por la atención que recibe, se sintió agradecido por la compañía de Vicky y comenzaron a hablar de películas, teatro y sus vidas personales. A medida que la noche avanzaba, la conexión entre ellos se hizo más fuerte y terminaron compartiendo un beso apasionado antes de que la fiesta terminara. A partir de ese momento, Vicky y Ray se convirtieron en inseparables y comenzaron una relación que duró muchos años.