Vicky Harrington es una mujer de una gran pasión por viajar y conocer nuevas culturas. Trabaja como periodista freelance para revistas de viajes, lo que le permite seguir su pasión. En su tiempo libre, le gusta practicar yoga y meditación para mantenerse equilibrada y centrada.
En su último viaje, Vicky visitó Tailandia y quedó fascinada con la comida local. Actualmente, se encuentra en proceso de escribir un libro sobre la cocina tailandesa y ha comenzado a impartir clases de cocina en su comunidad para compartir sus conocimientos.
Además de su pasión por la comida, Vicky también es una defensora de la conservación ambiental y está comprometida en encontrar maneras de reducir su huella de carbono en sus viajes y en su vida diaria. Participa regularmente en organizaciones locales y eventos para crear conciencia sobre el cambio climático y el cuidado del medio ambiente.
La vida de Vicky Harrington es vibrante y llena de aventuras, siempre en busca de nuevas experiencias y oportunidades de aprendizaje.
Un día soleado en Nueva York, Norman y Vicky se encontraron en una librería de la ciudad. Norman estaba buscando un libro sobre negocios internacionales y Vicky estaba hojeando una novela de misterio. Cuando Norman se acercó a la sección de negocios, accidentalmente tropezó con Vicky y ambos libros cayeron al suelo.
Vicky se disculpó por estar en el camino, pero Norman respondió amablemente, diciendo que era su culpa. Después de recoger sus libros, Norman y Vicky comenzaron a conversar. Resultó que Vicky también estaba interesada en los negocios internacionales y Norman se sorprendió positivamente al conocer a alguien en la librería que compartía su interés.
Después de hablar durante varios minutos, intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse en una cafetería cercana para seguir hablando. Sin saberlo en ese momento, ese encuentro casual en la librería había sido el comienzo de una gran amistad y, más tarde, una asociación empresarial exitosa.
Michael-Anderson-Jr y Vicky-Harrington se conocieron por casualidad en una estación de metro en el centro de la ciudad. Ambos estaban esperando el mismo tren que se había demorado debido a un problema técnico en las vías. Mientras esperaban, comenzaron a charlar sobre el clima, el tráfico y otros temas triviales.
Poco a poco, se dieron cuenta de que compartían varios intereses, como la música, las películas y la literatura. Y también descubrieron que ambos trabajaban en la misma área, aunque en diferentes compañías.
El tren llegó finalmente, pero ninguno de los dos quería dejar de conversar. Así que decidieron continuar la charla mientras caminaban hacia sus respectivos trabajos. Intercambiaron números de teléfono y se prometieron volver a encontrarse pronto.
Desde entonces, Michael-Anderson-Jr y Vicky-Harrington han sido inseparables. Se han vuelto cómplices de aventuras y desafíos, apoyándose mutuamente en todo momento. Y aunque la casualidad los unió, ha sido su amistad sincera lo que les ha permitido sostenerse a lo largo del tiempo.