Victoria Winterford llevaba muchos años volcada en su carrera como ingeniera y había conseguido grandes éxitos profesionales. Sin embargo, su vida personal estaba algo vacía, ya que no había tenido tiempo para cultivar relaciones profundas. Por ello, decidió buscar nuevas experiencias que le permitieran disfrutar más de la vida. Empezó a viajar con más frecuencia, a conocer nuevos lugares y culturas, y a aprender idiomas. Asimismo, se apuntó a actividades culturales que antes no había tenido tiempo de hacer, como el teatro, la música clásica o los museos. De esta manera, Victoria descubrió nuevas facetas de sí misma y empezó a conectar con personas afines a sus intereses. Además, esta apertura a la vida le permitió descubrir el amor, algo que ella creía que ya no le sucedería nunca. Ahora, Victoria se siente más completa y feliz que nunca, disfrutando de las pequeñas cosas que la vida le ofrece cada día.
En un viaje de negocios a Nueva York, Calum Best y Victoria Winterford coincidieron en el mismo vuelo. Durante las largas horas de vuelo, comenzaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, desde su amor por los deportes hasta su pasión por la música.
Una vez en Nueva York, intercambiaron números y acordaron salir a cenar juntos esa misma noche. La cena fue un éxito, conversando durante horas y disfrutando de la comida y el buen vino.
Después de esa noche, se mantuvieron en contacto, hablando por teléfono y enviándose mensajes de texto mientras exploraban la ciudad juntos. Poco a poco, su amistad se fue transformando en algo más y comenzaron a salir como pareja.
El resto, como dicen, es historia. Desde esa noche en el avión, Calum y Victoria han estado juntos, viajando por el mundo, compartiendo aventuras y viviendo un amor que parece sacado de un cuento de hadas.
Un día soleado en la playa de Santa Mónica, Lotan Carter y Victoria Winterford coincidieron en un partido de vóley playa. Los dos se encontraban allí con sus respectivos grupos de amigos, y rápidamente se dieron cuenta de que compartían una gran pasión por el deporte.
Durante el juego, Lotan y Victoria no podían evitar mirarse el uno al otro, impresionados por la habilidad y la elegancia de su oponente. En un momento dado, Lotan lanzó una pelota que estaba a punto de salirse del campo, pero Victoria hizo una acrobacia impresionante para recuperarla y devolverla al otro lado de la red.
Desde ese momento, la química entre ellos fue evidente. Después del partido, Lotan se acercó a Victoria y le preguntó si quería ir a tomar algo juntos. Ella aceptó, y así comenzó una amistad que rápidamente se convirtió en algo más.
A partir de ese día, Lotan y Victoria siguieron quedando para jugar al vóley playa, pero también empezaron a salir a cenar, al cine y a hacer otras actividades juntos. Poco a poco, se enamoraron y descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por los deportes, la naturaleza y la música.
Hoy en día, Lotan y Victoria son una pareja feliz y exitosa, que sigue jugando al vóley playa juntos siempre que pueden. A menudo se les ve en la playa de Santa Mónica, recordando aquel día en el que sus vidas se cruzaron y todo comenzó.