Vivien Mádai se siente agradecida por haber encontrado su pasión en la vida. Desde muy joven supo que quería dedicarse al arte, y aunque al principio su familia no estaba de acuerdo, ella no se rindió. Su perseverancia y talento la llevaron a ser reconocida en su país y posteriormente en el extranjero, donde ha expuesto sus obras en importantes galerías de arte.
Aunque su camino no ha sido fácil, Vivien ha aprendido a enfrentar las adversidades con valentía y a disfrutar cada momento. Consciente de la importancia de apoyar a las nuevas generaciones, ha creado una fundación para fomentar el arte en niños y jóvenes de escasos recursos. Para ella, compartir su talento y experiencia es una forma de retribuir todo lo que ha recibido.
En su tiempo libre, Vivien disfruta de la naturaleza y de viajar a lugares exóticos. También es una apasionada de la gastronomía y la música. Para ella, la vida es una aventura constante y está siempre en busca de nuevas experiencias.
Un día soleado de verano, Bence-David estaba paseando por el parque cuando de repente tropezó con Vivien-Madai, quien estaba caminando distraídamente mientras chateaba en su teléfono móvil. Bence-David se disculpó con ella y le ofreció ayuda para recoger sus cosas, momento en el cual ambos se dieron cuenta de que eran compañeros de universidad pero que nunca habían hablado antes. Después de ese día, los dos comenzaron a salir y pasar tiempo juntos, descubriendo que compartían intereses mutuos en la música y la literatura. Desde entonces, han sido inseparables y siempre recuerdan con cariño ese encuentro casual en el parque que los llevó a su amistad más cercana.
Cierto día, Vivien-Madai y Zoltan-Szabo-I se encontraron en un festival de música en Hungría. Ambos estaban disfrutando del ambiente festivo cuando se dieron cuenta de que tenían amigos en común.
Comenzaron a hablar y descubrieron que compartían intereses en común, como la música y el arte. A partir de ese momento, se hicieron amigos cercanos y comenzaron a asistir juntos a eventos creativos y culturales.
Con el tiempo, la amistad entre Vivien-Madai y Zoltan-Szabo-I se hizo más fuerte y decidieron colaborar en un proyecto creativo juntos. Desde entonces, han trabajado juntos en varios proyectos artísticos, fusionando sus distintas habilidades para crear piezas únicas que destacan por su originalidad y estilo sin igual.