William Somerset Maugham nació en París en 1874 y creció en Inglaterra, donde asistió a la Universidad de Cambridge para estudiar medicina. Sin embargo, pronto abandonó la carrera médica para convertirse en escritor y empezar su carrera como autor de éxito.
Maugham se convirtió en un prolífico escritor de novelas, cuentos y obras de teatro, entre las que destacan "El filo de la navaja", "Cakes and Ale" y "El velo pintado". Viajó extensamente por Europa, el Medio Oriente y Asia, lo que le proporcionó inspiración para muchas de sus obras.
Sin embargo, la vida personal de Maugham fue turbulenta. Se casó y se separó varias veces, mantuvo relaciones homosexuales en una época en que eso era tabú, y perdió a su esposa e hija en un accidente de avión en 1942.
Maugham falleció en 1965, pero su legado literario continúa, y sus obras siguen siendo leídas y representadas en todo el mundo. Su estilo conciso y preciso, sus personajes complejos y su habilidad para capturar los matices de la condición humana son algunos de los motivos por los que se le considera un gran escritor.
W. Somerset Maugham y Syrie Maugham fueron un matrimonio entre 1917 y 1928. Syrie fue una diseñadora de interiores importante en la década de 1920, y Somerset Maugham era un escritor exitoso. La pareja se conoció en 1916 en Gran Bretaña y se casaron al año siguiente.
Durante su matrimonio, Syrie se convirtió en una figura relevante en el mundo del diseño de interiores, a través de su trabajo para círculos aristocráticos y celebridades. Algunas de sus colaboraciones más exitosas fueron con el famoso mobiliario de cabaret Jean-Michel Frank.
A pesar de ser una pareja prominente en el mundo del arte y la cultura, su matrimonio no prosperó debido a las infidelidades de Somerset Maugham, quien tuvo varias relaciones extramaritales con hombres. En 1927, Syrie solicitó el divorcio y Somerset Maugham contrajo matrimonio con su amante, Gerald Haxton, poco después de la separación.
A pesar de la ruptura del matrimonio, Syrie y Somerset Maugham mantuvieron una relación amistosa. Syrie siguió trabajando en diseño, incluso después de su divorcio, y Somerset Maugham continuó escribiendo con éxito.
Alan Searle y W. Somerset Maugham tuvieron una relación de amistad y mentoría. Searle fue protegido y asistente de Maugham durante muchos años. De hecho, Searle fue quien ayudó a Maugham a escribir algunas de sus novelas.
Maugham, quien fue uno de los escritores más famosos del siglo XX, era conocido por su estilo elegante y su enfoque en la psicología de los personajes. Muchos consideran que Searle, quien era un escritor en su propio derecho, influyó en el trabajo de Maugham.
La relación entre Searle y Maugham se desarrolló en la década de 1920. Searle trabajó como secretario y asistente personal de Maugham durante varios años, y más tarde se convirtió en su agente literario. También fue el encargado de administrar sus finanzas y mantener su correspondencia bajo control.
A pesar de que la relación entre Searle y Maugham terminó mal tras una serie de desacuerdos, la influencia de Searle en el trabajo de Maugham es innegable. Maugham siguió escribiendo durante décadas y se convirtió en uno de los escritores más respetados y reconocidos de su época.
En resumen, Searle y Maugham mantuvieron una relación estrecha y colaborativa durante muchos años, aunque posteriormente su amistad se enfrió. A pesar de esto, su legado literario sigue siendo muy valorado y reconocido en la actualidad.
Noel Coward y W. Somerset Maugham tuvieron una relación compleja a lo largo de sus vidas. Aunque ambos eran escritores y dramaturgos exitosos, tenían personalidades muy diferentes.
Coward era conocido por su estilo de vida extravagante y sofisticado, mientras que Maugham era más reservado y discreto. A pesar de esto, los dos mantuvieron una amistad en constante cambio, a menudo fluctuando entre la cercanía y la distancia.
En los años 20 y 30, Coward y Maugham compartieron muchos amigos y colaboradores en el mundo del teatro y la literatura. Coward incluso extendió una invitación a Maugham para que se uniera a su círculo íntimo en Jamaica. Sin embargo, Maugham no aceptó la oferta y los dos se alejaron por un tiempo.
A medida que pasaron los años, su relación se volvió más tensa. En algunos casos, Coward fue crítico con la escritura de Maugham, y Maugham a menudo se burlaba del estilo de vida ostentoso de Coward. La tensión entre ellos culminó con una disputa pública en la que Maugham criticó duramente a Coward por no haber servido en la Segunda Guerra Mundial y por expresar opiniones políticas conservadoras.
A pesar de esto, Coward y Maugham siguieron manteniendo cierto nivel de respeto mutuo. Coward incluso escribió una carta en la que señaló los logros literarios de Maugham, mientras que Maugham describió a Coward como un "talento excepcional".
En última instancia, la relación entre Coward y Maugham fue una compleja combinación de amistad, rivalidad y admiración mutua. Aunque no siempre estuvieron en términos cordiales, su impacto en la literatura y el teatro del siglo XX sigue siendo significativo.
George Cukor y W. Somerset Maugham tuvieron una relación profesional y personal durante muchos años. Maugham fue un escritor británico muy conocido por sus novelas y obras de teatro, como "Of Human Bondage" y "The Razor's Edge". Cukor, por otro lado, fue un famoso director de cine que trabajó en Hollywood durante más de cinco décadas.
La relación entre Cukor y Maugham comenzó en la década de 1930, cuando Cukor dirigió la película "The Painted Veil" basada en la novela homónima de Maugham. Continuaron trabajando juntos en varios proyectos más, incluyendo la adaptación cinematográfica de "Of Human Bondage" en 1946.
Además de su colaboración profesional, Cukor y Maugham también eran amigos cercanos. Cukor solía visitar a Maugham en su casa de Francia, donde a menudo trabajaban juntos en guiones y discutían ideas creativas.
Sin embargo, su relación se vio afectada en la década de 1950 debido a la creciente preocupación de Hollywood por la "caza de brujas" del senador McCarthy y su Comité de Actividades Anti-Americanas. Maugham fue uno de los muchos escritores y artistas que fueron investigados y cuestionados sobre su supuesta afiliación comunista.
A pesar de la tensión política, Cukor y Maugham mantuvieron su amistad, y Cukor incluso ayudó a Maugham en la publicación de su autobiografía, "The Summing Up", en la década de 1950.
En resumen, la relación entre George Cukor y W. Somerset Maugham fue una combinación de colaboración creativa y amistad personal, que resistió los desafíos de la política y la sociedad de su época.
Gerald Haxton fue el compañero de vida y secretario personal del famoso escritor W. Somerset Maugham durante más de 30 años. La relación entre ambos hombres comenzó en 1914, cuando Maugham conoció a Haxton en la isla francesa de Cap Ferrat. Haxton era un joven estadounidense de 23 años, atractivo y lleno de energía, mientras que Maugham, un escritor consolidado en su carrera, tenía el doble de edad y una vida solitaria en ese momento.
A pesar de la diferencia de edad y nacionalidad, ambos hombres se hicieron amigos rápidamente y comenzaron a pasar tiempo juntos. Haxton se convirtió en el secretario personal de Maugham, ayudándolo con su trabajo y organizando sus viajes por el mundo. Además, se convirtió en su compañero de vida y amante, aunque su relación siempre se mantuvo en secreto debido a las leyes contra la homosexualidad en esa época.
Durante los años 20 y 30, Maugham y Haxton viajaron por todo el mundo juntos, visitando lugares exóticos y conociendo a gente interesante. Haxton fue una influencia significativa en la vida y el trabajo de Maugham, ayudándole en la escritura de sus obras y fomentando su interés por la cultura y la política. Sin embargo, su relación sufrió altibajos debido a los celos, la infidelidad y la adicción de Haxton a la bebida.
A pesar de todo, Maugham siempre consideró a Haxton como su compañero cercano y le dejó una gran suma de dinero en su testamento cuando murió en 1965. Haxton sobrevivió a Maugham durante diez años, pasando sus últimos días en América del Sur antes de morir en 1975.
La relación de Maugham y Haxton ha sido objeto de numerosos estudios y biografías, y sigue siendo un tema fascinante en la historia literaria y social de la época.
Beverley Nichols y W. Somerset Maugham tuvieron una relación algo complicada. Nichols era un joven escritor y crítico literario cuando conoció a Maugham, que ya era un escritor consagrado y reconocido en la escena literaria. Maugham se convirtió en un mentor y amigo cercano de Nichols, e incluso le ayudó a conseguir trabajo en periódicos londinenses.
Sin embargo, poco a poco, la relación entre ambos se fue enfriando. Nichols se sentía desilusionado con Maugham, que parecía menospreciar su trabajo como escritor y no le daba el reconocimiento que él sentía que merecía. Además, Nichols era abiertamente homosexual y Maugham, aunque era bisexual, no se sentía cómodo hablando abiertamente de su sexualidad.
A pesar de estos desencuentros, Nichols siempre admiró a Maugham como escritor y se inspiró en su estilo y en su enfoque de la escritura. De hecho, Nichols escribió una biografía de Maugham después de su muerte en 1965, en la que exploró no sólo su obra literaria, sino también su vida personal y su sexualidad.
En resumen, la relación entre Beverley Nichols y W. Somerset Maugham fue de admiración mutua, pero también estuvo marcada por ciertas tensiones y desencuentros causados por diferencias en su visión de la escritura y en su orientación sexual.
John Ellingham Brooks y W. Somerset Maugham mantuvieron una estrecha relación de amistad durante muchos años. Brooks, también conocido como Jack, era un escritor y periodista británico que se convirtió en uno de los amigos más cercanos de Maugham.
Brooks conoció a Maugham en los años veinte, cuando trabajaba como corresponsal en Francia. Los dos hombres se hicieron amigos rápidamente y se mantuvieron en contacto durante toda su vida. Brooks se convirtió en una especie de asistente personal para Maugham, acompañándolo en sus viajes por todo el mundo y ayudándolo en la organización de sus proyectos literarios.
Brooks también fue el amante de Maugham durante varios años, pero su relación se volvió tensa cuando Brooks comenzó una relación con Gerald Haxton, el compañero de Maugham. A pesar de esto, los dos hombres mantuvieron su amistad y continuaron apoyándose mutuamente en sus carreras literarias.
Maugham dedicó su novela "Cakes and Ale" a Brooks, y también escribió sobre él en su autobiografía "The Summing Up". Después de la muerte de Maugham en 1965, Brooks fue uno de los encargados de la administración de su patrimonio literario.
En resumen, la relación entre John Ellingham Brooks y W. Somerset Maugham fue compleja e íntima, y duró muchos años a pesar de las dificultades que enfrentaron.