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Walker Evans

Walker Evans

Walker Evans (1903-1975) fue un fotógrafo estadounidense conocido por su trabajo documental en la Gran Depresión de la década de 1930 y su retrato del sur de Estados Unidos. Nació en Saint Louis, Missouri, y estudió literatura y francés en la Universidad de Williams. Sin embargo, Evans decidió dedicar su carrera a la fotografía. A finales de la década de 1920, trabajó como fotógrafo publicitario en Nueva York, y en 1935 se unió a la Resettlement Administration (más tarde la Farm Security Administration), donde realizó fotos documentales de los campesinos pobres y del paisaje de la América rural. Su trabajo para la FSA, incluyendo su serie de fotografías con James Agee en el libro "Let Us Now Praise Famous Men" (1941), lo convirtieron en uno de los fotógrafos más influyentes de su generación. Más tarde, Evans enseñó en la Universidad de Yale, donde continuó produciendo fotografías de paisajes urbanos y rurales de EE. UU. Hasta su muerte en 1975.

Relaciones amorosas

Lincoln Kirstein

Lincoln Kirstein

Amante de Walker Evans

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Lincoln Kirstein y Walker Evans tuvieron una relación personal y profesional muy estrecha. Se conocieron en 1930 cuando Kirstein estaba escribiendo un artículo sobre la exposición de la Royal Photographic Society en Londres y Evans era uno de los fotógrafos más destacados en dicha exposición. Kirstein quedó impresionado por el trabajo de Evans y comenzó a interesarle en su proyecto de revolucionar la fotografía en Estados Unidos.

A partir de ahí, Kirstein y Evans comenzaron a colaborar en una serie de proyectos fotográficos. En 1933, trabajaron juntos en un libro llamado “The Bridge: A Poem”, donde Evans proporcionó fotos para acompañar el poema de Hart Crane. También colaboraron en el proyecto del “American Photographs” de Evans, que fue una muestra fotográfica itinerante por todo el país.

Kirstein fue una pieza clave en la promoción de Evans en Nueva York. Le presentó a editores, curadores e incluso artistas de la época, como Alexander Calder y Edward Hopper. Además, Kirstein consiguió que Evans fuera contratado como profesor en la Universidad de Yale en 1965, lo que hizo que Evans regresara a su ciudad natal después de muchos años de trabajo en el sur.

A pesar de que Kirstein y Evans tuvieron algunas diferencias creativas, su relación duró casi treinta años. Kirstein influyó en la trayectoria creativa de Evans, animándolo a experimentar y arriesgarse en su trabajo. Hoy en día, se reconoce a ambos como dos de los más grandes y revolucionarios artistas del siglo XX en los Estados Unidos.