Waris Dirie nació en Somalia en 1965 y se crió en una familia nómada. A los 13 años, huyó de casa para evitar un matrimonio forzado y pasó años viviendo en las calles de Mogadiscio. Eventualmente, fue descubierta por un pariente que la llevó a vivir con su familia en Londres.
En Londres, Waris trabajó como limpiadora en McDonald's y eventualmente fue descubierta por un fotógrafo que la llevó al mundo de la moda. Fue contratada por revistas de moda de renombre y desfiló en las pasarelas más importantes de la industria.
Sin embargo, Waris no olvidó sus raíces y se convirtió en una activista contra la mutilación genital femenina, práctica que ella misma había sufrido de niña. Fundó una organización sin fines de lucro, la Waris Dirie Foundation, para luchar contra esta práctica y para ayudar a mujeres y niñas que la han sufrido.
También ha escrito una serie de libros autobiográficos, entre ellos "Flor del Desierto", que han sido un éxito de ventas en todo el mundo. Waris Dirie ha recibido numerosos premios por su activismo, incluyendo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Dana Murray y Waris Dirie trabajaron juntas en la creación de la Fundación Waris Dirie, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para poner fin a la mutilación genital femenina en todo el mundo. La fundación tiene como objetivo proteger a las niñas y mujeres de todo el mundo de esta práctica inhumana.
Dana Murray es una de las directoras de la fundación y ha trabajado junto a Waris Dirie para sensibilizar a la sociedad sobre la mutilación genital femenina y para abogar por la abolición de esta práctica. Murray es una defensora de los derechos humanos y ha dedicado gran parte de su carrera a trabajar en temas relacionados con la igualdad y la justicia social.
Waris Dirie es una modelo y activista somalí, conocida por su lucha contra la mutilación genital femenina y su defensa de los derechos de las mujeres y las niñas. Como sobreviviente de la mutilación genital femenina, ha utilizado su plataforma para crear conciencia sobre los peligros de esta práctica y ha abogado por la abolición de la misma.
Murray y Dirie han trabajado incansablemente para promover la educación y la conciencia sobre la mutilación genital femenina, en colaboración con organizaciones y gobiernos de todo el mundo. Su trabajo ha contribuido a la concienciación global y al cambio social, y ha inspirado a muchos otros a unirse a la lucha contra esta práctica inhumana.