William Grant Sherry es un hombre exitoso en el mundo empresarial, dedicado a los negocios internacionales y a la expansión de su empresa en América Latina. A pesar de haber tenido una infancia difícil, Sherry ha sabido aprovechar al máximo las oportunidades que la vida le ha brindado. Gracias a su constancia y dedicación, hoy en día es un hombre reconocido en su sector y admirado por sus colegas.
Además de su trabajo, Sherry también es un apasionado de la música clásica y el ballet. Desde joven ha recibido clases en ambos campos y ha logrado cultivar una gran sensibilidad artística. De hecho, en su oficina suele tener un piano de cola y un pequeño estudio de danza en el que practica con regularidad.
En su tiempo libre, Sherry disfruta de la naturaleza y de los deportes al aire libre. En particular, tiene una gran afición por el senderismo y la escalada. A menudo organiza excursiones con amigos y colegas para explorar la naturaleza y desconectar del trabajo.
En resumen, William Grant Sherry es un hombre completo, que ha sabido combinar su pasión por los negocios con su amor por la música, la danza y la naturaleza. Su dedicación y empeño han sido fundamentales para su éxito y para la consolidación de su empresa en el mercado internacional.
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Bette Davis y William Grant Sherry se casaron en 1945. Sherry era un ex jugador de tenis y productor de cine. La pareja tuvo una hija juntos, Barbara "B.D." Merrill, pero su matrimonio no duró mucho tiempo debido a las infidelidades de Sherry. Davis solicitó el divorcio en 1950. La actriz dijo que fue el matrimonio más infeliz y solitario de su vida. Después del divorcio, Davis luchó por la custodia de su hija y la ganó, lo que fue considerado revolucionario en esa época. A pesar de la amargura de su divorcio, Davis siempre le dio la bienvenida a su hija a su vida y a su hogar.
Después del divorcio, Sherry se mudó a Nueva York y continuó siendo productor de cine. Davis siguió siendo una de las actrices más importantes de Hollywood durante décadas. La relación entre Davis y Sherry fue polémica en su momento y se convirtió en un tema de interés público. Sin embargo, con el tiempo, el enfoque se ha desviado hacia el legado de Davis como actriz y la lucha por los derechos de las mujeres que simbolizó su batalla por la custodia de su hija.