William III of England, also known as William of Orange, was born on November 4, 1650 in The Hague, Netherlands. He was a Protestant and became the Stadtholder (or head of state) of the Dutch Republic in 1672. He married Mary, the Protestant daughter of James II of England, in 1677.
In 1688, William and Mary led the Glorious Revolution, which saw them overthrow James II and ascend to the throne of England. They ruled jointly until Mary's death in 1694, after which William ruled alone. William was a successful military leader and defended the Netherlands against the French and the English against the French in several wars.
William was also a supporter of religious toleration and allowed Jews to settle in England. He established the Bank of England and supported the economic growth of the country. Although he faced opposition from some political factions, William is generally remembered as a successful monarch who helped to defend England against its enemies and modernize its economy. William III died on March 19, 1702, from complications after a fall from his horse.
William III de Inglaterra y la condesa de Orkney, Elizabeth Hamilton, tuvieron una estrecha relación durante la época en que William gobernó Inglaterra. Se dice que Elizabeth se convirtió en la amante de William y también jugó un papel importante en la corte inglesa.
La relación entre ellos comenzó cuando Elizabeth era una joven dama de honor en la corte de la reina Mary II, quien era la esposa de William III. Después de la muerte de Mary en 1694, William comenzó a buscar consuelo y cercanía en la compañía de Elizabeth, quien fue nombrada dama de compañía de la nueva reina, Ana.
La relación entre ellos fue muy controvertida en la época, ya que William era un rey protestante y Elizabeth era una católica devota. Además, la relación se vio ensombrecida por las acusaciones de que Elizabeth estaba involucrada en intrigas políticas y financieras en nombre de sus amigos católicos.
A pesar de estos obstáculos, la relación entre ellos continuó durante muchos años, hasta la muerte de William en 1702. Elizabeth se mantuvo en la corte de Ana como consejera y confidente cercana, y también desempeñó un papel importante en los asuntos políticos y diplomáticos de la época.
En conclusión, la relación entre William III de Inglaterra y Elizabeth Hamilton, condesa de Orkney, fue una de las más controvertidas e interesantes de la historia de la corte inglesa. A pesar de las diferencias religiosas y políticas, su amistad y cercanía duraron muchos años y tuvieron un impacto significativo en la política y la sociedad de la época.
María II de Inglaterra y Guillermo III de Inglaterra fueron reyes co-gobernantes de Inglaterra, Escocia e Irlanda desde 1689 hasta la muerte de María en 1694.
La historia de su relación comenzó en 1677, cuando Guillermo, que era el primo de María, visitó Inglaterra. Ambos se gustaron el uno al otro y se comprometieron en matrimonio. Sin embargo, hubo algunas dificultades para la realización de la boda debido a las diferencias religiosas entre los dos.
Guillermo era un protestante calvinista y María era una anglicana. El padre de María, el rey Jacobo II, era católico y había intentado restaurar el catolicismo en Inglaterra, lo que provocó la desconfianza y la oposición de muchos de sus súbditos.
En 1688, un grupo de nobles protestantes y anglicanos invitó a Guillermo a invadir Inglaterra y derrocar a Jacobo II. Guillermo aceptó la invitación y desembarcó en Inglaterra con un ejército holandés.
Jacobo II huyó a Francia y Guillermo y María fueron declarados reyes de Inglaterra, Escocia e Irlanda. María se convirtió en la primera reina reinante de Inglaterra.
A pesar de las dificultades religiosas que enfrentaron, María y Guillermo tuvieron una buena relación y trabajaron juntos para gobernar los tres reinos. María murió en 1694 de viruela y Guillermo continuó gobernando solo hasta su muerte en 1702.
En resumen, María II de Inglaterra y Guillermo III de Inglaterra fueron reyes co-gobernantes que tuvieron una buena relación a pesar de las dificultades religiosas que enfrentaron. Trabajaron juntos para gobernar los tres reinos hasta la muerte de María en 1694.
La relación entre Elizabeth Charlotte, conocida también como la princesa Palatina, y William III de Inglaterra fue compleja y de altibajos.
Elizabeth Charlotte nació en Heidelberg, en el actual territorio de Alemania, en 1652. Era hija del elector palatino Carlos I Luis y de Carlota de Hesse-Kassel. Se casó con Felipe de Orleans, hermano del rey Luis XIV de Francia, en 1671 y se convirtió en duquesa de Orleans.
William III, por su parte, nació en La Haya, Países Bajos, en 1650. Fue nombrado estatúder de Holanda en 1672 y se casó con María II de Inglaterra, hija del rey Jacobo II, en 1677.
Aunque Elizabeth Charlotte y William III nunca tuvieron una relación amorosa, sí mantuvieron un estrecho contacto debido a sus conexiones políticas y familiares. En 1688, William lideró la Revolución Gloriosa que destronó a Jacobo II y convirtió a él y a María en los gobernantes de Inglaterra.
Elizabeth Charlotte, que era prima hermana de Jacobo II, se mostró inicialmente crítica con la Revolución y defendió la legitimidad de Jacobo. Sin embargo, tras la llegada de William al trono inglés, mantuvo una relación fría pero respetuosa con él y con su esposa.
De hecho, Elizabeth Charlotte fue una de las pocas personas que tuvo una buena relación con María II, quien no era muy querida por la corte inglesa debido a su carácter reservado y su enfermedad, que la llevó a tener dos abortos espontáneos y a morir joven en 1694.
Tras la muerte de María II, William III se casó con Mary Villiers, condesa de Orkney, en 1695. Esta relación generó rumores y controversia en la corte inglesa y europea, y Elizabeth Charlotte fue uno de los pocos miembros de la realeza que defendieron públicamente la unión.
William III murió en 1702 a causa de una lesión en la cabeza tras caerse de su caballo. Elizabeth Charlotte seguía siendo duquesa de Orleans y continuó ejerciendo influencia en la corte francesa hasta su muerte en 1722.
A pesar de que la relación entre Elizabeth Charlotte y William III no fue especialmente cercana ni afectuosa, ambos mantenían una buena relación de trabajo y respeto mutuo y compartían un interés por la política y el poder.