William Randolph Hearst fue un magnate de los medios de comunicación nacido en San Francisco, California, en 1863. Heredó el periódico The San Francisco Examiner de su padre en 1887 y lo convirtió en un imperio de medios enormemente exitoso que incluyó periódicos, revistas, estaciones de radio y una cadena de cines.
A lo largo de su carrera, Hearst fue conocido por su periodismo amarillo y sensacionalista, y su cobertura de la Guerra hispanoamericana en 1898 es considerada como una de las principales causas del inicio del conflicto.
También fue un hombre político muy influyente, apoyando activamente a candidatos demócratas y defendiendo causas progresistas. Hizo campaña sin éxito para convertirse en gobernador de Nueva York en 1906 y 1910 y pasó más tarde a una carrera en el Congreso, sirviendo como representante de California desde 1925 hasta 1937.
Hearst murió en 1951 a la edad de 88 años, habiendo ayudado a moldear la industria de los medios de comunicación moderna y la política estadounidense. Aunque a menudo es recordado por su periodismo amarillo y sensacionalista, su influencia y legado son indudables.
Marion Davies y William Randolph Hearst fueron una pareja de largo tiempo que estuvo unida por amor y negocios. Davies era una aclamada actriz de Hollywood, conocida por su belleza y talento en la pantalla. Hearst era un magnate de los negocios que controlaba un vasto imperio de medios de comunicación, que incluía periódicos y estaciones de radio en todo el país.
La pareja se conoció en 1918, cuando Hearst invitó a Davies a una fiesta en su mansión en San Simeón, California. Desde entonces, comenzaron una relación que duró más de treinta años. Aunque nunca se casaron, vivieron juntos en la mansión Hearst, una residencia de fama mundial conocida por sus extravagantes fiestas y sus excentricidades arquitectónicas.
La relación entre Davies y Hearst fue una de las más polémicas de Hollywood en ese momento. Davies estaba casada con otro hombre, pero eso no detuvo a Hearst de continuar sus avances hacia ella. Además, muchos críticos de cine acusaron a Hearst de comprar el éxito de Davies en la pantalla, usando su influencia en los medios para promocionar su carrera.
A pesar de todo esto, sin embargo, se dice que Davies y Hearst se amaban profundamente. A menudo se les veía juntos en eventos sociales y en la mansión Hearst, disfrutando de su vida juntos. Davies también confió en Hearst para ayudarla en su carrera, tanto como actriz como productora.
En última instancia, la relación de Davies y Hearst fue una de las más famosas e infames de la época dorada de Hollywood. Su amorío y su estilo de vida ostentoso fueron objeto de mucha atención por parte de los medios, y su relación sigue siendo un tema fascinante para los historiadores del cine y los románticos por igual.
Tessie Powers fue la amante de William Randolph Hearst, uno de los magnates de medios de comunicación más poderosos de la historia de Estados Unidos. La relación entre Tessie y Hearst duró cerca de 30 años, desde finales del siglo XIX hasta la muerte de Tessie en 1914.
Tessie era una modelo y actriz que conoció a Hearst después de aparecer en una de sus publicaciones. La pareja se encontró por primera vez en 1898 y comenzó una relación que duraría décadas. Tessie se convirtió en una de las mujeres más cercanas a Hearst, y vivió en su mansión en California durante gran parte de su vida.
La relación de Tessie y Hearst fue objeto de intenso escrutinio por parte de la prensa de la época. A pesar de su status marital, Hearst asistía a eventos públicos con Tessie, y la presentaba como su pareja en su carta abierta a la actriz Marion Davies. La prensa de la época especulaba sobre el estado de su relación, y algunos informes indicaban que Tessie estaba embarazada en varias ocasiones.
Sin embargo, la relación entre Tessie y Hearst no estuvo exenta de controversias. Hearst era un magnate de medios de comunicación muy poderoso y la relación con Tessie se convirtió en un escándalo público. Existen informes de que Hearst utilizó su poder e influencia para manipular la cobertura mediática de su relación, y que incluso llegó a amenazar a periodistas y editores. También se cree que Hearst le proporcionó una serie de lujosos regalos y una generosa asignación económica a lo largo de los años.
A pesar de todo esto, la relación entre Tessie y Hearst se mantuvo durante décadas, y solo terminó con la muerte de Tessie en 1914. Aunque la relación de Tessie con Hearst fue objeto de controversia en su tiempo, se mantiene como una historia fascinante sobre la vida de uno de los hombres más poderosos de la historia de Estados Unidos.
Millicent Hearst y William Randolph Hearst eran una pareja casada y la influencia de ambos fue fundamental en la industria periodística de Estados Unidos durante el siglo XX.
Millicent Hearst, nacida como Millicent Veronica Willson en Missouri en 1882, se convirtió en la segunda esposa de William Randolph Hearst en 1903. Durante su matrimonio de más de 50 años, Millicent ejerció una gran influencia en la vida y carrera de su esposo. Fue una persona discreta, educada y refinada, que a menudo contrarrestaba la impulsividad y la actitud desafiante de William.
William Randolph Hearst, por su parte, fue uno de los empresarios más importantes del siglo XX en Estados Unidos. Heredó el periódico San Francisco Examiner de su padre y lo transformó en un imperio periodístico que incluía varios periódicos importantes, revistas y estaciones de radio. Fue conocido por su estilo sensacionalista, pero también por su habilidad en el negocio de los medios.
Millicent y William tuvieron cinco hijos: George Randolph Hearst Jr., William Randolph Hearst Jr., John Randolph Hearst, Randolph Apperson Hearst y Patricia Campbell Hearst. La familia también estuvo estrechamente involucrada en la fundación de la Universidad de California, Berkeley.
Tras la muerte de William en 1951, Millicent continuó siendo un influyente miembro de la aristocracia neoyorquina hasta su propia muerte en 1974. El legado de la pareja sigue siendo relevante en la industria periodística de Estados Unidos, pero también en la filantropía y la cultura popular.