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William Reed

William Reed

William Reed nació en 1978 en Birmingham, Inglaterra. Desde joven, mostró un gran interés por la tecnología y la informática, y comenzó a programar a los 13 años.

En 1994, Reed comenzó a trabajar como programador en una agencia de marketing digital, donde ayudó a desarrollar algunos de los primeros sitios web en línea en el Reino Unido. A medida que la industria de la tecnología crecía, Reed se convirtió en un experto en comercio electrónico y pasó a trabajar en empresas como Lastminute.com y Tesco Direct.

En 2009, Reed fundó su propia empresa, MessageMakers, que se centraba en la mensajería móvil y el marketing. La compañía tuvo un gran éxito y Reed fue nombrado Emprendedor del Año por la revista Startups.

En 2015, Reed vendió MessageMakers y se convirtió en el director digital de la agencia de publicidad WCRS. En los años siguientes, Reed también trabajó como asesor y mentor de varias startups y empresas de tecnología.

Además de su carrera en la tecnología y los negocios, Reed también es un ávido defensor de la diversidad y la inclusión en la industria de la tecnología. Ha hablado en varias conferencias y eventos sobre el tema y ha trabajado para mejorar la igualdad de género en el sector tecnológico.

Relaciones amorosas

Barbara Bates

Barbara Bates

Esposa de William Reed

1967 - 1969

Un día, Barbara y William coincidieron en una exposición de arte en Nueva York. Los dos estaban absortos en una pintura de Van Gogh cuando notaron el interés mutuo en la obra. Comenzaron a hablar animadamente sobre la vida y el arte mientras avanzaban por la galería.

Después de ver todas las pinturas, fueron a tomar un café. Continuaron hablando de sus pasiones y descubrieron que tenían mucho en común. La conversación fue tan fluida que se extendió hasta la cena.

Esa noche, decidieron caminar juntos por la ciudad y terminaron en un bar de jazz. La música era excelente, y pronto se encontraron bailando juntos. Cuando la noche llegó a su fin, intercambiaron números de teléfono y se despidieron con un abrazo.

A medida que pasaban los días, Barbara y William se daban cuenta de que estaban pensando el uno en el otro constantemente. Decidieron volver a verse, y así comenzó su historia de amor.