Wolfgang Rebner es un escritor, filósofo y educador alemán. Nació en 1939 en Leipzig, donde estudió filosofía, letras y ciencias sociales. Desde 1964 ha trabajado como profesor de educación y formación de docentes en diversas instituciones educativas en Alemania y en el extranjero.
Rebner ha publicado numerosos artículos y libros sobre filosofía, educación y política, y es conocido por sus escritos sobre la filosofía de la educación y la relación entre ética y educación. En 1997 fundó el Instituto de Educación y Filosofía en Leipzig, donde investiga y enseña sobre la filosofía de la educación y sus implicaciones políticas y sociales.
Además de su trabajo académico, Rebner también es activista político y ha sido miembro del Partido Socialdemócrata Alemán desde 1972. Ha participado en numerosas campañas sociales y políticas y ha trabajado en proyectos de educación y formación de docentes en América Latina y África.
En resumen, la vida de Wolfgang Rebner ha sido dedicada a la filosofía, la educación y la política, a través de su trabajo como profesor, escritor y activista. Ha contribuido significativamente al campo de la filosofía de la educación y ha trabajado para promover la justicia social y la igualdad a través de la educación.
Meta Carpenter y Wolfgang Rebner se conocieron por casualidad en un café en Berlín. Meta estaba visitando a un amigo y decidió tomarse un café mientras esperaba. Wolfgang, por su parte, era un pianista que estaba practicando para una presentación en un concierto cercano y se detuvo para descansar un poco.
Meta notó que Wolfgang estaba tocando una pieza que ella conocía, así que decidió acercarse y hablar con él. Se sorprendió al descubrir que Wolfgang era estadounidense y que había venido a Berlín con la esperanza de encontrar inspiración para su próxima obra.
Los dos hablaron por horas, compartiendo historias sobre sus vidas y su amor por el arte. Meta se sintió atraída por la dedicación y pasión de Wolfgang, y decidieron quedarse en contacto.
Con el tiempo, Wolfgang envió a Meta fragmentos de su música mientras trabajaba en ella, y Meta le dio consejos y comentarios sobre cómo mejorarla. Años después, cuando Wolfgang se convirtió en uno de los compositores más famosos del mundo, reconoció a Meta como su musa y su amiga más cercana.