Yelena Shanina nació en la Unión Soviética en 1924. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió al Ejército Rojo en 1943 y se convirtió en francotiradora en la 184ª División de Fusileros. Shanina luchó en varias batallas importantes, incluyendo la defensa de Leningrado y el asalto a Berlín.
A lo largo de su carrera, Shanina demostró ser una francotiradora altamente exitosa, con un total de 54 muertes confirmadas y docenas más no confirmadas. También fue conocida por su valentía y disposición a arriesgar su vida para ayudar a sus compañeros de batalla.
Después de la guerra, Shanina regresó a la vida civil y llevó una vida relativamente tranquila en su ciudad natal de Arsk. Sin embargo, en 1950, fue asesinada en un accidente de caza cuando un rifle que estaba limpiando se disparó accidentalmente. Tenía solo 25 años.
Shanina fue recordada como una heroína de la Segunda Guerra Mundial y se le otorgaron varias medallas y honores póstumos, incluyendo el título de Héroe de la Federación de Rusia en 1990. Su imagen aparece en varias obras de arte y monumentos conmemorativos en Rusia.
No se ha encontrado información sobre una relación romántica entre Aleksandr Zbruev y Yelena Shanina. Sin embargo, ambos eran actores prominentes en el teatro y el cine rusos y actuaron juntos en varias películas y obras de teatro, incluyendo "Viva Gardemarines!" en 1990 y "The Dog in the Manger" en 1996. Zbruev falleció en 2019 y Shanina sigue activa en la industria del entretenimiento.
Mikhail-Polyak y Yelena-Shanina se conocieron por casualidad en una cafetería de Moscú. Ambos pidieron su café y se sentaron en mesas separadas. Sin embargo, la música de fondo llamó la atención de ambos y empezaron a cantar a la vez. Sus voces se fusionaron en una armonía perfecta y, al darse cuenta, se miraron sorprendidos. Desde ese día, no dejaron de cantar juntos y se convirtieron en inseparables. Juntos crearon su propio grupo musical y empezaron a hacer presentaciones en toda Rusia, ganando popularidad con cada actuación. Su amor por la música les había unido y nunca se arrepintieron de aquel encuentro tan casual, pero a la vez tan mágico.