Yvette Duguay es una mujer decidida y perseverante. Desde joven tuvo claro que quería ser abogada y luchó contra viento y marea para alcanzar su objetivo. A pesar de los obstáculos y los momentos difíciles, nunca perdió la fe en sí misma y en su capacidad para lograr lo que se proponía. A lo largo de su carrera ha defendido con vehemencia los derechos de las personas más vulnerables y ha logrado importantes victorias en juicios que parecían imposibles. Su compromiso con la justicia y la equidad ha sido una constante en su vida, y ha dedicado muchas horas a trabajar en causas que ella considera importantes. Pero Yvette no es solo una abogada brillante. También es una madre amorosa y una amiga leal que siempre está dispuesta a ayudar. Es una amante de la naturaleza y disfruta pasar tiempo al aire libre rodeada de sus seres queridos. En definitiva, Yvette Duguay es una persona inspiradora que ha demostrado que con esfuerzo y determinación se pueden hacer realidad los sueños más grandes.