Yvonne Crittenden nació en Ohio, Estados Unidos, en 1943. Comenzó su carrera como periodista en la década de 1970, trabajando en varios periódicos y revistas, incluyendo Newsday y The Boston Globe.
En 1983, se unió al equipo de reporteros de Los Angeles Times, donde cubrió temas como la fiscalización de la policía, la política y la vida en la calle de Los Ángeles.
Su trabajo en el Times la llevó a cubrir varios importantes eventos, incluyendo los disturbios de Los Ángeles de 1992 y la elección presidencial de 2000.
En 1996, Crittenden fue elegida miembro de la junta directiva del Consejo de Protección de Periodistas, una organización que aboga por la libertad de prensa en todo el mundo.
Después de 34 años en Los Angeles Times, se jubiló en 2017. En 2019, el Colegio de Periodistas de California la nombró periodista del año.
Crittenden sigue siendo un defensora apasionada de la libertad de prensa y de los derechos de las mujeres y las minorías. Ha hablado en diversas ocasiones sobre la importancia del periodismo en la sociedad y ha inspirado a muchas mujeres jóvenes a perseguir carreras en el campo de la comunicación.
Yvonne Crittenden y Oscar Robertson mantienen una relación sentimental desde hace muchos años. Ambos se conocieron en la Universidad de Cincinnati, donde Robertson destacó como jugador de baloncesto y Crittenden como estudiante y animadora.
Después de graduarse, Robertson se convirtió en uno de los mejores jugadores de la NBA y Crittenden siguió su carrera como periodista y escritora. A lo largo de los años, la pareja ha mantenido su relación en privado, aunque se les ha visto juntos en varios eventos deportivos y públicos.
Crittenden ha sido un gran apoyo para Robertson a lo largo de su carrera, y él ha elogiado su dedicación y pasión en numerosas ocasiones. Juntos han formado una familia y tienen varios hijos y nietos.
En la actualidad, Crittenden y Robertson residen en Cincinnati, donde se dedican a sus intereses personales y trabajan en proyectos juntos. Su relación es considerada como un ejemplo de amor verdadero y compromiso duradero en el mundo del deporte y más allá.