Zach Sanchez es un jugador de fútbol americano nacido en Texas en 1993. Comenzó su carrera universitaria en la Universidad de Oklahoma en 2012, donde se convirtió en uno de los jugadores más destacados de la defensa del equipo. En su tercer año, en 2014, lideró la liga en el número de intercepciones, y en 2015 fue nombrado All-American por primera vez.
Sanchez decidió renunciar a su último año universitario para presentarse al draft de la NFL en 2016. Fue seleccionado por Carolina Panthers en la quinta ronda y pasó la mayor parte de su primera temporada en el equipo de entrenamiento. En 2017, fue cortado y luego fichado por los Kansas City Chiefs, pero no llegó a jugar en ningún partido de la temporada.
En 2018, Sanchez firmó un contrato con el equipo de la CFL de Montreal Alouettes, donde jugó en varias posiciones de la defensa y contribuyó a la mejora del equipo en comparación con el año anterior. En 2019, se unió a los Edmonton Eskimos en un intercambio y tuvo una temporada sólida como titular de la defensa.
A pesar de no haber tenido mucho éxito en la NFL, Zach Sanchez continúa siendo una figura respetada en el mundo del fútbol americano, especialmente en la CFL donde su carrera parece haber despegado.
Dutchess Lattimore y Zach Sánchez se conocieron por casualidad en un bar de Nueva York. Dutchess estaba con sus amigas, celebrando su reciente graduación de la escuela de diseño, mientras que Zach estaba allí para reunirse con algunos compañeros de equipo de fútbol americano.
Ambos acabaron chocando accidentalmente en el baño y comenzaron a charlar informalmente, notando rápidamente que compartían algunos intereses comunes, como las redes sociales y la moda.
Decidieron seguir charlando y compartir sus cuentas de Instagram, además de intercambiar números de teléfono. Dutchess estaba un poco nerviosa al conocer a un jugador de fútbol americano tan popular, pero rápidamente se dio cuenta de que Zach era un tipo muy amable y humilde.
Después de esa noche, Dutchess y Zach se mantuvieron en contacto, y rápidamente se convirtieron en buenos amigos. Aunque venían de mundos diferentes, compartían un fuerte vínculo de confianza y comprensión mutua. Al final, lo que empezó por casualidad en un bar de Nueva York se convirtió en una gran amistad.