Zolar siempre ha sido un amante de la música y la literatura desde que era joven. A los 20 años comenzó a tocar la guitarra y escribir poemas en su tiempo libre, una actividad que le permitía desconectar de la rutina diaria y expresar sus sentimientos más profundos.
Sin embargo, eso no fue suficiente para él y decidió que quería dedicarse a tiempo completo a su pasión. Así que comenzó a tocar en bares locales y pequeños conciertos hasta que finalmente conoció a otros músicos que compartían sus intereses y juntos formaron una banda.
La banda no tuvo un éxito inmediato, pero poco a poco comenzaron a tener seguidores y su música se difundió. Finalmente, después de años de dedicación y trabajo duro, lograron firmar un contrato discográfico y lanzar su primer álbum.
A partir de ese momento, la carrera de Zolar despegó y se convirtió en un músico y escritor reconocido. A pesar de la fama y el éxito, nunca perdió su pasión por la música y la literatura, lo que se refleja en su trabajo y su actitud humilde y sincera.
Taylor-Rain y Zolar se conocieron en una plataforma de streaming de videojuegos. Ambos eran fans del mismo juego y a menudo jugaban juntos en línea. Un día, decidieron conocernos en persona en un evento de juegos en vivo. Después de pasar el día jugando juntos en el evento, descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la música, las películas y la tecnología. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y siguen compartiendo su pasión por los videojuegos y otros intereses en común.
Andrea-Ownbey y Zolar se conocieron en una fiesta de cumpleaños en una mansión en las colinas de Hollywood. Ambos estaban en la pista de baile, moviéndose al ritmo de la música cuando sus miradas se cruzaron. A medida que la noche avanzaba, se dieron cuenta de que tenían mucho en común: compartían el amor por las artes, disfrutaban de la misma comida, y se apasionaban por los mismos temas de conversación. Fue entonces cuando decidieron salir a un balcón para observar la vista de la ciudad iluminada por la noche. Ahí fue cuando profundizaron en una conversación que continuó durante horas. Desde ese momento, estaban inseparables.