Hermione Corfield se encontraba en una cafetería en Londres, disfrutando de un café mientras leía un libro. De repente, alguien chocó con su mesa, derramando su bebida y su libro al suelo. Sorprendida, Hermione levantó la mirada para encontrar a Andreas Shaw, que apresuradamente se disculpaba y ofrecía pagar por los daños. Hermione aceptó su ofrecimiento y mientras recogían los objetos de la mesa, comenzaron a conversar. Resultó que Andreas era fotógrafo y estaba buscando un nuevo modelo para una sesión de fotos, mientras que Hermione tenía experiencia en modelaje. Intercambiaron información de contacto y el resto, como dicen, es historia. Desde ese día, se convirtieron en amigos y colaboradores, trabajando juntos en varios proyectos exitosos. Incluso se rumorea que puede haber algo más entre ellos, pero solo ellos saben la verdad.