Anna Karolina Orzelska fue una princesa polaca que tuvo una relación sentimental con Federico II de Prusia, conocido como Federico el Grande. La pareja se conoció en 1728, cuando Orzelska tenía 18 años y Federico 16. Orzelska era hija ilegítima del rey polaco Augusto II y su amante Henrietta von Hoym. Al crecer en un entorno de lujo y opulencia, se convirtió en una joven muy educada y culta. Federico, por su parte, tenía una relación difícil con su padre, el rey Federico Guillermo I. La pareja se encontró en Alemania y comenzó una relación amorosa que duró varios años. Orzelska se mudó a Berlín para estar cerca de Federico, quien todavía estaba en la corte de su padre. Sin embargo, la relación nunca fue aprobada por los padres de Federico, quienes querían que se casara con una princesa de su misma clase social. Finalmente, en 1733, Orzelska regresó a Polonia y se casó con el príncipe Adam Kazimierz Czartoryski. A pesar de esto, mantuvo una estrecha amistad con Federico durante toda su vida. Se dice que Orzelska ejerció una gran influencia sobre Federico, quien la visitó varias veces después de su matrimonio, lo que no fue visto con buenos ojos por su esposa, Isabel Cristina de Brunswick-Bevern. En resumen, la relación entre Anna Karolina Orzelska y Federico el Grande fue una historia de amor prohibido y encuentros secretos que nunca fue aceptada por sus familias, pero que dejó una marca duradera en la vida de ambos.
