Evan y Kayko se conocieron de una manera muy inesperada. Ambas estaban haciendo fila en la tienda de comestibles cuando accidentalmente chocaron y se cayeron todas sus compras al suelo. Después de unos momentos incómodos, Evan se disculpó y ofreció ayudar a Kayko a recoger todas sus cosas. Mientras recogían las cosas, comenzaron a conversar y Evan notó que ella y Kayko tenían mucho en común. Compartieron sus experiencias de la vida y sus intereses, y cuando terminaron de recoger sus cosas, se dieron cuenta de que habían estado hablando mucho tiempo. Antes de su separación, intercambiaron números de teléfono y acordaron seguir charlando. Desde entonces, se han convertido en mejores amigas y siempre recuerdan cómo un simple accidente de compras les permitió conocerse.
