Guillermo Vilas y la princesa Carolina de Mónaco tuvieron una breve relación amorosa a principios de los años 80. Según varios medios de comunicación, se conocieron en 1981 durante un partido de tenis en Montecarlo, donde Guillermo era un jugador profesional. Aparentemente, quedaron encantados uno del otro y comenzaron a salir. La relación se mantuvo en secreto durante un tiempo, ya que Carolina acababa de divorciarse de Philippe Junot y había sufrido una mala experiencia con los medios de comunicación. Sin embargo, la prensa comenzó a sospechar de la relación y se publicaron noticias y fotos que insinuaban que estaban juntos. La relación terminó poco después en buenos términos. Guillermo continuó con su carrera en el tenis y pronto se convirtió en uno de los jugadores más reconocidos en la historia del deporte. Por su parte, Carolina se casó con Stefano Casiraghi en 1983 y tuvo tres hijos con él antes de la trágica muerte de Stefano en un accidente de navegación en 1990. A pesar de que su relación fue corta, Guillermo Vilas y la princesa Carolina de Mónaco han seguido siendo amigos a lo largo de los años. En 2019, la princesa asistió a una ceremonia en la que se nombró una cancha de tenis en honor a Vilas en Buenos Aires, Argentina. Vilas ha expresado su gratitud hacia Carolina por su apoyo a lo largo de su carrera y por ser una amiga leal a lo largo de los años.
