Manuela-Hudson y Alfred G. Vanderbilt tuvieron una relación romántica que se inició en la década de 1930. Vanderbilt fue un reconocido empresario y multimillonario de la época, mientras que Manuela-Hudson era una joven socialite y modelo. Se dice que la pareja se conoció en un evento social en Nueva York en 1932 y rápidamente comenzaron a salir juntos. A pesar de la diferencia de edad entre ellos (Vanderbilt era 18 años mayor que Manuela), la relación prosperó y eventualmente se comprometieron en matrimonio. Sin embargo, su amor fue trágicamente interrumpido por un accidente de aviación en 1937. Vanderbilt y Manuela-Hudson regresaban de una vacación en Europa cuando su avión se estrelló en Long Island, Nueva York, matando a todos los pasajeros a bordo. La noticia conmocionó al mundo de la sociedad de la época y la memoria de la pareja perdida ha perdurado desde entonces.