Valentine de Sainte-Aldegonde fue una aristócrata y mecenas belga nacida en 1882. Proveniente de una familia noble y culta, tuvo una educación refinada y aprendió a tocar el violín y el piano. En 1906 se casó con Fernand Trautmann, un barón belga 15 años mayor que ella.
Después de la Primera Guerra Mundial, el matrimonio se mudó a la región de las Ardenas, donde Valentine se convirtió en mecenas y promotora del arte y la cultura local. Fundó una escuela de música en la pequeña ciudad de Vielsalm y también actuó como intérprete en varias presentaciones.
Valentine también se preocupó por la preservación del patrimonio cultural y natural de su región y fundó varias asociaciones y organizaciones para dicho fin. Además, se dedicó a escribir libros sobre la historia y la cultura de las Ardenas.
En 1934, su marido falleció y Valentine se mudó a Bruselas, donde continuó su labor cultural y siguió organizando eventos artísticos y exposiciones. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la resistencia y ayudó a ocultar a judíos y otros perseguidos por los nazis en su casa.
Valentine de Sainte-Aldegonde falleció en 1959 en Bruselas, dejando un legado importante como mecenas y defensora del patrimonio cultural y natural de las Ardenas.
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Alexandre-Edmond de Talleyrand-Périgord y Valentine de Sainte-Aldegonde tuvieron una relación sentimental en la década de 1950. Talleyrand-Périgord era un noble francés y diplomático que había sido embajador de Francia en Estados Unidos y en Inglaterra. Sainte-Aldegonde, por su parte, provenía de una familia noble belga y se casó con Talleyrand-Périgord en 1951.
La pareja vivió en distintos lugares de Europa, incluyendo Francia, Bélgica e Italia. En 1953, Sainte-Aldegonde dio a luz a una hija, que fue nombrada Anne Comtesse de Talleyrand-Périgord. Sin embargo, su matrimonio fue breve y finalmente se divorciaron en 1960.
Después del divorcio, Talleyrand-Périgord mantuvo una relación con otras mujeres notables, incluyendo a la actriz italiana Silvana Mangano y la princesa alemana Gloria von Thurn und Taxis. Por su parte, Sainte-Aldegonde también se casó por segunda vez y tuvo más hijos.
A pesar de la brevedad de su matrimonio, Talleyrand-Périgord y Sainte-Aldegonde tuvieron una relación importante en sus respectivas vidas, y algunos historiadores la consideran como una de las más interesantes del jet set europeo de la década de 1950.